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Contrario a la fama de gruñón, los gritos y el mal humor que caracterizan a Ricardo Ferretti, su jefe, Alejandro Rodríguez asegura que “’Tuca’ es un ser humano con mucha sensibilidad, nos llevamos de maravilla, hay respeto y confianza con él”.
“Es una persona obsesiva, dedicada en su trabajo. Buscando el bien del equipo. Es una persona que le encanta que cuando están cerca de él, el poder compartir experiencias que le ayuden al jugador a trascender en el difícil mundo del futbol profesional”, resalta el presidente de los Tigres, donde trabaja como entrenador el brasileño.
En el banquillo, Ferretti suele hacer aspavientos, reclamos y suelta manotazos al aire hacia sus dirigidos. Se le ve enérgico, malencarado y furioso. No importa si su equipo hizo un gol segundos atrás o cae por goleada.
Pero durante la semana, el ‘Tuca’ se convierte en un maestro. Dicen que enseña a sus pupilos desde cómo pararse en el terreno de juego hasta el golpeo de balón para que éste termine en el destino deseado.
“Lo veo con los jóvenes muy entusiasmado, porque hemos visto que hay muchachos con gran potencial, pero que no logran triunfar, ahí es la labor de él guiarlos”, alaba Rodríguez.
Para alcanzar el objetivo de explotar al máximo las cualidades de sus jugadores, el timonel sudamericano apela a la mano dura, misma que ha quedado en evidencia en videos donde se muestra como un “dictador”.
“La disciplina de Ricardo no es negociable, pero que toma en cuenta las emergencias de los jugadores y para manejar situaciones, lo que le ha dado resultados”, considera el “Inge”.
Con los directivos felinos, suele ser atento para resolver cualquier conflicto. Atiende los consejos que suelen darle sus superiores: “Hablamos abiertamente de todos los temas, sin problema, pero con la claridad de saber muy bien cuáles son las funciones de cada uno en el equipo”.
—¿Cómo resuelve Ferretti los problemas que puedan suscitar?
—Muy frontal, cuenta siempre con ayudantes, asistentes de alto nivel que han tenido un tiempo trabajando juntos como Miguel Mejía Barón. Hay muchos ojos observando y eso le ayuda muchísimo para esa labor. Es un vestuario sano. Cuando el equipo pierde o empata, sale Ricardo a dar la cara.
Esta tarde, el ‘Tuca’ enfrenta en el al América, que presume una racha de cinco partidos de Liga sin perder. Una prueba para demostrar que su interinato en el Tri no lo ha distraído en su lucha por tener a tope a los millonarios Tigres.
