Pachuca.— El júbilo se lo guarda para mejor ocasión. “La victoria no es para echar cohetes”, señala Ignacio Ambriz, luego de que el América goleara 3-0 a domicilio a los Tuzos.

Sereno, sin mostrarse soberbio, el estratega azulcrema acepta que si no ganaban anoche en el estadio Hidalgo, las cosas “se iban a poner feas”.

“Dos triunfos [Pachuca y Motagua] seguidos nos fortalecen mucho en lo mental. El grupo está consciente. Es responsable de lo que es el América. Nos falta mejor entendimeinto. Es el tercer partido. No fue fácil iniciar, porque teníamos muchas ausencias por diversas circunstancias”, analiza Nacho.

Tras el inicio de campaña con dos descalabros, algo que no le sucedía a las Águilas desde hace 18 años, Ambriz descarta sentirse aliviado por derrotar a los Tuzos. Dice que es el trabajo en lo que basa su confianza.

“Aquí los créditos no cuentan. Desde la pretemporada he trabajado. En un principio no estábamos todos. Adaptándonos y corregir lo que hemos hecho mal”, resalta.

“Al final todo va a ser con trabajo. No es tan fácil, no es con una varita mágica. Debemos tener humildad. El martes jugamos frente a Dorados, el viernes contra Santos. El tiempo es corto, pero poco a poco el equipo va sintiéndose mejor”, agrega.

En el análisis del partido ante la escuadra hidalguense, Ambriz compara ambos tiempos. Vio un partido disputado, cerrado, que comenzó a decantarse cuando Darío Benedetto aprovechó la pifia de Hugo Rodríguez para adelantar a los amarillos. “El primer tiempo estuvo muy disputado. Ellos salen muy rápido y fue muy disputado”.

Ambriz se alegra que sus delanteros hayan recuperado el gol, pero el sentimiento aumenta cuando sabe que con la adición del suspendido, Carlos Darwin Quintero, “contra Sinaloa, tendremos, como se dice, el carro completo”, avisa.

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