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Querétaro.— Sus ojos asoman impotencia, preocupación, pero Sergio Bueno se aferra a la oportunidad que representa dirigir a un club de la relevancia del Cruz Azul... Y aún está convencido de que puede revertir la situación.
Pese a sumar tres derrotas consecutivas, el estratega presume estar tranquilo con su labor, por lo que se siente seguro en su puesto.
“Todos estos cuestionamientos (sobre su continuidad) son habituales cuando aparecen estas rachas”, afirma. “Estoy seguro de mi trabajo, pero no voy a parar hasta solucionar esta situación”.
Debe hacerlo cuanto antes, porque su siguiente encuentro dentro de la Liga es el 'Clásico Joven'. Aunque no se anima a reconocerlo públicamente, el colimense está consciente de que su futuro podría decidirse contra las Águilas.
“Nunca voy a saber responder si me juego el puesto contra América”, atina a decir. “Esperemos que estas tres derrotas nos hagan reaccionar y jugar bien ante un rival tan importante como lo es el que sigue”.
“Buscaremos llegar a tope para un partido tan importante como contra América. Lo primero que debemos hacer es recuperar al equipo en lo anímico y mental”.
Y corregir las innumerables fallas acusadas durante los más recientes 270 minutos. Eso es lo que duele a Bueno, porque las equivocaciones han sido mayúsculas, pese a que —desde su perspectiva— La Máquina no ha sido superada ampliamente en varios lapsos de los juegos.
“Nos ha acontecido lo mismo que en anteriores partidos. El equipo estaba bien plantado, tuvimos ocasiones de gol, pero no se está siendo contundente y nos han anotado en momentos importantes”, concluye.