Pachuca.— Parece que el despertar de los Pumas va en serio y de la mano de la cantera. Mostrando un juego contundente y sobrio, el conjunto universitario logró vencer a Pachuca 1-2, entrando en racha triunfadora después de que en la jornada anterior goleó 5-0 al Atlas en su casa, el estadio Olímpico Universitario.

Y Pumas, equipo criticado por olvidarse de sus orígenes, sin proponérselo volvió a ellos. Sus dos más recientes joyas: Eduardo Herrera y Javier Cortés, con sus goles, fueron los que aseguraron su triunfo y la fe en que en el fondo de la Ciudad Universitaria, aún hay material esperanzador.

Los felinos se fueron arriba en el marcador después de que Herrera rematara de espectacular forma un servicio medido de Fidel Martínez. Pero con el gol vino la tragedia para el equipo que dirige Memo Vázquez, ya que Josecarlos Van Rankin se fue expulsado antes de acabar el primer tiempo, lo que provocó la reacción de los Tuzos que no desperdiciaron la oportunidad y empataron en el amanecer de la segunda parte con un tanto de Hirving Lozano.

Pero en el libreto del juego estaba apuntado que equipo que marcara gol, tenía que pagar la osadía con un jugador enviado a las regaderas y Aquivaldo Mosquera fue el señalado. En una acción por demás rigorista del árbitro Óscar Macías, el capitán de los Tuzos también vio la segunda amarilla y Pumas aprovechó para de nueva cuenta irse en busca de la victoria.

Apareció Javier Cortés. La última joya surgida de la cantera universitaria, apagada durante la ausencia de Vázquez Junior en el banquillo por su falta de compromiso al entrenar, ha recobrado color, aunque no forma física. Pasado de peso, pero con talento en los pies, el número “7” de los felinos mandó en un tiro libre la pelota al ángulo.

Ambos equipos con diez jugadores se dedicaron a ofrecer un juego atractivo, de ida y vuelta, pero de lo que adoleció Pachuca fue de claridad en el ataque, mucha posesión, mucha circulación y poca llegada. Alejandro Palacios, quien fue figura en la primera parte, tuvo un segundo tiempo mucho más tranquilo, con pocas llamadas de verdadero peligro a su puerta.

La estrategia defensiva de los Pumas se concentró en dos factores, “atender” a patadas al ‘Chucky’ Lozano y no dejar ni a sol ni a sombra al delantero, ex universitario, Ariel Nahuelpán. Maniatando a estas dos individualidades, los Tuzos se vieron ineficaces y faltos de poder ofensivo.

Los últimos minutos fueron de suspenso. Pachuca fue en busca del milagro y Pumas pudo sentenciar el juego, pero el ‘Conejo’ Pérez sacó la experiencia que aún le queda.

Al final, los Pumas recurrieron a la base a la cantera, a esas vilipendiadas y maltratadas “Fuerzas Básicas” a las que si les rascan pueden sacárseles jugo. El yugo tuzo quedó en el pasado.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses