Se trata de un peculiar caso en el globalizado e inflado mundo del balompié. Aquel club que desee contratar a Sergio Bueno, sólo requiere tener su número telefónico. No habrá intermediarios.
Ha llegado al banquillo de 11 diferentes instituciones en la hoy llamada Liga MX, pese a no tener un representante. Es la muestra de que se puede lograr, aunque no descarta trabajar con algún representante dentro de poco tiempo.
“No digo que no se necesiten, por algo existen. Es más común que todo el mundo tenga representante”, admite el entrenador del Cruz Azul. “Algunas veces lo he pensado, en tener conmigo a alguien profesional que me ayude a encauzar mi carrera de muchas maneras, pero no estoy de acuerdo con el representante típico, que nada más aprovecha las circunstancias para aparecer y proponer a un jugador que hizo un temporadón... Ese futbolista se vende o proyecta solo”.
Situación distinta, según él, a la de un director técnico, por lo que buscaría a alguien para dar el próximo paso en su carrera.
“Tengo una gran ilusión de, primero, trascender aquí y después explorar una oportunidad fuera de México”, revela. “¿Y quién te va a conocer fuera de México si no te mueve alguien?”.