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El portero internacional Víctor Valdés ha hablado por primera vez de su lesión y su posterior salida del Barcelona, de la que ha dicho que "no fue la deseada" y ha explicado que "si pudiera cambiaría la jugada" en la que se produjo la desgraciada lesión.
En una entrevista concedida al presentador colombiano Marlon Becerra repasa algunos de los momentos que han marcado su carrera como portero de fútbol.
Valdés explica cómo fue el momento de su lesión en el partido ante el Celta en el Camp Nou y lo que ocurrió en los días posteriores.
"Se produjo una falta y como capitán presioné al árbitro, que venía de haber pitado penalti por una falta fuera del área en otro partido. El colegiado me dio la razón y finalmente pitó libre directo. Aquello cambió mi vida. Si hubiera sido penalti, no me hubiera lesionado", ha lamentado el guardameta.
El portero catalán señala que tuvo que ir a Ausburgo a someterse a un tratamiento, lo que provocó que se alejara de los focos y volviera a la vida real. "Volví a pagar un café, a tocar monedas. Me compraba mi billete de tranvía e iba yo solo con las muletas. Volví a estar solo", ha explicado sobre cómo se sintió después de la lesión.
Valdés afirma que "su despedida del Barça no fue la deseada, porque seguramente se esperaba más de él", en parte por culpa del tratamiento que debió seguir inmediatamente después de su lesión, "pero también por mi carácter", ha reconocido.
Valdés confiesa que él fue quien se apartó, y que a día de hoy todavía se lo recrimina.
"Después de una lesión así, la gente te trata como un lisiado y te aparta porque consideran que ya no vales", pero añade que gracias a lo que vivió y a su fuerza de voluntad se convenció a sí mismo de que no era así, y que de todo ello también ha aprendido que "hay que dejar de lado a los que te dejan solo".
Valdés también ha explicado un episodio que vivió cuando era pequeño y que podría haber terminado con la amputación de su pierna.
Según el portero, cuando tenía doce años sintió un día un dolor muy fuerte en el aductor, que al día siguiente le bajó al pie, con lo que le ingresaron en el hospital para comprobar qué le ocurría.
Tras una semana de pruebas descubrieron que tenía una bacteria que le estaba comiendo el hueso de la tibia y rápidamente fue sometido a una intervención de la cual no se sabían las consecuencias exactas.
"Yo no sabía ni si me tenían que cortar la pierna, pero por suerte, quizás gracias a ese ángel de la guarda que me acompaña, todo salió bien y la pierna me creció a la par que la otra", ha revelado Valdés.
Otro de los momentos impactantes de la entrevista es cuando el entrevistador le pregunta sobre qué es lo que le gustaría volver a vivir, a lo que el meta responde que el día en que nació, "porque cambiaría muchas cosas" de su vida.
Sin ir más lejos, Valdés reitera que nunca le ha gustado ser portero, que desde que era pequeño le hicieron "creer que él valía para esto" y tuvo la suerte de llegar a ser profesional, pero que no volvería a serlo porque no le compensa el sufrimiento.
Valdés considera que lo más valora en un técnico es la comunicación, "porque es muy difícil comunicar algo a un equipo en el que cada uno de los jugadores piensa diferente".
También ha hablado de Leo Messi, del que asegura que le ha ayudado "a mejorar como jugador y como persona", y ha destacado la amistad que siempre ha tenido y mantiene con el exbarcelonista Xavi Hernández.
Valdés también ha repasado los buenos momentos de su carrera, de los que ha subrayado la final de la Liga de Campeones del 2006, en la que fue decisivo para que el Barça venciera 2-1 al Arsenal.