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Berlín.— Duelo entre una ‘cenicienta’ y un gigante todopoderoso, con el que nace una nueva temporada en Alemania. El Wolfsburg recibe al Bayern Munich de Josep Guardiola, en la Volkswagen Arena, para definir al campeón de la Supercopa.
Tercer año en la gestión del entrenador catalán en el cuadro bávaro. ‘Pep’ ha guiado dos veces al multicampeón germano a la conquista de la Bundesliga y la obligación de quedarse con cuanta corona dispute sigue latente. Hoy no sera la excepción, para ganar credibilidad de cara a revalidar el título liguero y pensar en destronar al Barcelona en la Champions League.
De por medio, para Guardiola y sus pupilos, está la posibilidad de que el Bayern alcance en cetros de Supercopa al Borussia Dortmund (cinco).
El pasado reciente señala que los vigentes campeones de Copa son capaces de avergonzar al entrenador catalán y su equipo pletórico de estrellas. El último choque entre ambos fue para los ‘Wolves’ (4-1), que no pierden un partido en su cancha —en competición doméstica— desde la jornada 24 de la campaña 2013-14.
Para esta temporada, los monarcas de la Bundesliga se reforzaron con el campeón de América, el volante chileno Arturo Vidal, procedente de la Juventus, y el brasileño Douglas Costa, ex del Shakhtar Donestk.
Elementos que llegan a un equipo que presume haber sido el más goleador (80 tantos), con más tiros al marco (950) y el que menos disparos a su portería aceptó (255).
Contraste en los banquillos. Mientras ‘Pep’ tiene un palmarés de 14 campeonatos con el Barcelona y su actual escuadra, que lo ha colocado entre los mejores estrategas del mundo, su rival este día, Dieter Hecking, apenas tiene un trofeo alzado. Fue, curiosamente, la Copa germana con el Wolfsburg, la que le hace llegar a este encuentro.
De las 16 ocasiones que se ha puesto en juego la Supercopa, en nueve se la ha llevado quien fue el vencedor de la Bundesliga, aunque en las últimas cuatro ediciones ha sido el rey copero el ganador, por lo que el Wolfsburg tiene verdaderas esperanzas de derribar al gigante bávaro.
Si hay empate luego de 90 minutos, el reglamento indica que la definición del campeón se tiene que dar desde el manchón penal. Ese tipo de desempate ha sido necesario en las ediciones 1993,1996 y 2011.
Una de las novedades para esta temporada en Alemania es la introducción de la tecnología en la línea de gol. En diversos puntos de la Volkswagen Arena —y en el resto de los estadios la Bundesliga— se colocaron 14 cámaras durante el receso veraniego para ayudar a los árbitros a saber si el balón rebasó por completo la línea de meta para convalidar una anotación.
El trofeo que acredita al ‘Campeón de campeones’ alemán pesa 5.5 kilogramos y mide 53 centímetros de alto. Tiene una base de 13 por 18 centímetros y simula dos arcos que sostienen un balón de 19 centímetros de diámetro y fue diseñado por la agencia Mutabor, que se encuentra ubicada en la ciudad de Hamburgo.
Hoy, cerca de 30 mil espectadores, en un recinto inaugurado en 2012 con un costo de construcción de 954 millones de pesos, observarán si el Bayern de Guardiola comienza su año futbolístico con otro trofeo en la vitrinas de Munich. El Wolfburg, en cambio, va por otra alegría ante su gente para ser el mandón de Alemania y confirmar que también tiene talento.