La afición no soportó más y rompió el cero de seguridad que se implementa cada vez que la Selección Nacional Mexicana llega de un entrenamiento.

Después de casi dos horas de espera el autobús que transporta el Tri arribó a su hotel de concentración ante la mirada de la gente alejada apenas unos metros, con apenas obstáculos puestos por la gente del hotel como medida de seguridad.

Al ver que los jugadores no se acercaban a tomarse fotos o autógrafos la gente comenzó a romper el protocolo, sobretodo cuando parecieron Giovani Dos Santos, Carlos Vela y Guillermo Ochoa.

Los seleccionados atendieron amablemente pero al juntarse cada vez más afición fue imposible controlar el momento por lo que tuvieron que correr dentro del hotel.
Nada pasó a mayores.

El Tri cambió su lugar de entrenamiento. La práctica estaba destinada a realizarse de nueva cuenta en las instalaciones de la Universidad de Illinois en Chicago, pero la cancha amaneciò en malas condiciones debido a la fuerte lluvia, por lo que el equipo se trasladó al Toyota Park, sede del Chicago Fire.

hgm

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