Vancouver.— La selección estadounidense femenina conquistó su tercer título mundialista de la historia con una exhibición de fuerza que aniquiló al representativo japonés, un campeón que cayó con estrépito (5-2) ante la soberbia actuación de Carli Lloyd.

Volante reconvertida en segunda delantera, la capitana de la escuadra estadounidense dictó la victoria de su equipo cuando apenas habían transcurrido 16 minutos. Ese fue el tiempo que necesitó para erigirse en la indiscutible protagonista de la final con un triplete exprés que redujo a nada las opciones de un segundo título para las niponas, triunfadoras cuatro años atrás.

Dispuestas a cobrarse la revancha de la final perdida en 2011, las pupilas de Jill Ellis se encomendaron a la inspiración de Lloyd, artífice del éxito en los Juegos Olímpicos Londres 2012, cuando —con dos tantos— negó el oro (2-1) al conjunto asiático.

En dos acciones a balón parado —tras un saque de esquina y una falta lateral—, además de un certero golpeo desde la línea, Lloyd rubricó la superioridad de la escuadra estadounidense, que en el minuto 16, gracias también a la contribución de Lauren Holiday, dominaba a las defensoras del título por un humillante 4-0.

El deseo del conjunto dirigido por Ellis de reencontrarse con la corona mundialista, 16 años después de su última conquista (1999), se trasladó al marcador, espejo de lo ocurrido hasta entonces sobre el césped artificial del inmueble BC Place.

La esperada reacción de las japonesas se diluyó en el 54’, cuando nuevamente la estrategia descubrió sus carencias defensivas.
En un saque de esquina, Tobin Heath encontró el quinto gol del cuadro estadounidense, algo dubitativo tras los de Yuki Ogimi (27’) y Julie Johnston (52’). El segundo, autogol.

La temprana rectificación del director técnico Norio Sasaki, quien en los minutos 33 y 39 sustituyó a Azusa Iwashimizu y Nahomi Kawasumi con Homare Sawa y Yuika Sugasawa, respectivamente, resultó fallida. Ya era incontestable la superioridad rival.

Al inédito tercer campeonato mundialista, el cuadro estadounidense sumó un nuevo récord: la presencia sobre el campo de Christie Rampone, la más longeva (40 años de edad) entre las participantes de los siete Mundiales Femeninos jugados.

Redacción y agencias

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