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Monterrey.— Leer, escuchar o ver las declaraciones de Marcelo Gallardo detona sonrisas en los rostros felinos.
El director técnico del River Plate asegura que el empate (0-0), en la ida por la final de la Copa Libertadores, fue una victoria “psicológica” para su equipo. Los Tigres difieren y recuerdan que la serie se mantiene igualada.
“Claro que está abierta”, refuta el delantero brasileño Rafael Sobis. “Allá [Buenos Aires] ellos tienen que salir a jugar un poquito más y, quizá, eso es bueno para nosotros”.
Han mutado en aparentes víctimas, rol que no les desagrada. Ahora, los pronósticos indican que los Millonarios alcanzarán su tercer cetro continental, pero deberán lograr algo que no han hecho en este certamen: vencer al conjunto regiomontano.
Antenoche, en el estadio Universitario, jugaron el tercer cotejo entre ambos. Todos finalizaron igualados, por lo que los futbolistas de Ricardo Ferretti se aferran a la ilusión de volver a salir con vida del Monumental.
“Está todo abierto”, insiste Damián Álvarez. “El resultado no fue 100% positivo, pero —en un análisis— el equipo dejó todo en la cancha, sólo nos hizo falta el gol...”.
Y esperan hallarlo en el frío bonaerense. Es cierto que el coloso americano tendrá muchos factores de su lado, aunque se miran entre sí durante la ligera práctica y vuelven a confirmar que son un plantel capaz de hacerle frente a cualquiera del continente.
“Es otro empate en esta trilogía que nos está tocando vivir con River”, recuerda el guardameta Nahuel Guzmán. “Somos equipos que nos respetamos mucho, nos vamos conociendo y esta vez tuvimos situaciones, cuatro bastante claras. Lo intentamos por casi todos los medios...”.
Postura que, advierten, no modificarán en condición de visitante. Lo que les ilusiona es el supuesto cambio que debe experimentar el adversario, cuyo linaje le demanda mostrarse superior en casa, sin importar los blasones o potencial de su huésped.
Esa exigencia impulsa el discurso del ‘Muñeco’, a quien los Tigres preparan una sorpresa, ya que no se sienten en desventaja. La aventura austral que están por emprender no les hurta el sueño; al contrario, lo alimenta.
“Cada uno ve por su lado. Ellos quizá por el empate, logran un buen resultado, lo que veníamos haciendo en nuestra cancha [lo ven positivo], y nosotros podemos pensar que controlamos el juego, merecíamos la victoria y, si mantenemos este ritmo, quizá logremos una victoria allá”, comparte Sobis. “[Tenemos] una buena sensación. El resultado no es el ideal, pero estamos hablando de una final de la Libertadores, contra un gran equipo, así es que se terminó la primera parte”.
A la que, desde su punto de vista, sólo le faltó su anotación.
Los más recientes 90 minutos jugados en el ‘Volcán’ les comprobaron que cuentan con las armas para arruinar esa celebración, que ya alistan los seguidores argentinos.
“Me queda la sensación de que podríamos haber hecho algún gol. Estuvimos cerca”, reitera Guzmán. “Podíamos haber hecho un gol y, si el partido termina 1-0 en nuestro favor, nadie iba a decir algo”.
“Hubiese sido un resultado justo, pero es empate y habrá que ir a pelearla allá en Buenos Aires”.
Con todo en contra, pero no se intimidan. Comprobar que el River Plate se siente cerca de la corona continental acentúa el deseo felino de asestar un histórico batacazo.