Más Información
Senado destaca aprobación de 16 reformas constitucionales; entre ellas al Poder Judicial y Guardia Nacional
Trump y sus amenazas a México, ¿puede injerir en asuntos políticos del país?; esto dice la Constitución
De Mexicali a Buckingham; estudiantes mexicanos participarán en desfile internacional "London’s New Year’s Day Parade”
Sheinbaum supervisa avance del Trolebús Chalco-Santa Martha; se reúne con Delfina Gómez y Clara Brugada
Reinserta lanza campaña “Los otros Santas”; busca concientizar sobre el reclutamiento infantil por la delincuencia organizada.
Atlanta.— Indignado, triste, decepcionado. Hernán Darío Gómez dice sentirse “impresionado” por el penalti inexistente que se marcó en contra de Panamá al minuto 88 y que terminó por darle el empate a México.
Incluso, señala, “pensé en retirarme del futbol”.
El estratega de los canaleros tiene la voz apagada, sensaciones encontradas y rabia contenida por la labor del nazareno estadounidense, Mark Geiger.
“Estoy impresionado, muy impresionado”, expresa el ‘Bolillo’.
Sus seleccionados, al salir de los vestidores, mostraron un par de toallas que tenían la leyenda: “Concacaf, ladrones, corruptos, corruptos”.
“En un momento del partido pensé en irme, pero no lo hago por el grupo que tengo, pero esto es para retirarse del futbol. Todos los futbolistas mexicanos, panameños, es gente limpia. Los que estaban en la cancha es gente limpia”, aclara.
Luego de la agónica pifia arbitral que decantó el partido a favor de México, varios jugadores de Panamá amagaron con irse de la cancha, a manera de protesta por la tendencia del juez.
“Los muchachos no querían volver. Querían marcar un precedente”, justifica Gómez.
¿Culpables? El técnico no quiere señalarlos, ni hacer una denuncia pública. “Qué voy a saber yo de dónde viene todo esto”.
Lo único que si gusta decir el ‘Bolillo’ es que ambas selecciones están sin mácula.
“Yo limpio a los equipos de lo sucedido, los mexicanos, jugadores y el técnico, no tienen nada que ver con lo que ocurrió”, sentencia.
Sin cambiar su semblante parco, triste por la frustración que tiene por lo que considera una injusticia dice que “prefiero ya no hablar de eso, sino quiero hablar de salvar el futbol. No sé de dónde viene. Mi vida es el futbol, en el país”, expone.
Aplaude la integridad de sus jugadores, la entrega, pese a ser perjudicados por el árbitro Geiger. Manda un aviso a lo que le compete: lo futbolístico.
Ahí no se guarda nada. Aplaude a cada uno de sus seleccionados a quienes los ve con el material suficiente para clasificar a Rusia 2018.
“Que se sientan orgullosos de ellos, que gracias a Dios terminaron el partido y que vienen las eliminatorias, hicieron una muy buena Copa de Oro y que vamos a ir al Mundial. Vamos a trabajar con todo nuestro corazón para ir al Mundial”, adelanta.
Un reportero pregunta si Panamá tendría un camino sin yerros arbitrales de cara a la eliminatoria mundialista para aspirar a la máxima justa. “La esperanza no se pierde”, admite.
“Concacaf gana”. Los jugadores canaleros explotan y denuncian que la Concacaf quería que México avanzara a la final de la Copa de Oro por las ganancias económicas que representa.
“Le dije al árbitro: No es penal. Ya tienen lo que quieren, que Concacaf se llene el bolsillo y siga la corrupción”, fustiga el defensor Adolfo Machado.
Luis Tejada, expulsado en el juego, también reclama la labor de los nazarenos. “Sin pistola, nos roban”.