Es vergonzoso que México haya ganado por un error del árbitro guatemalteco Walter López, quien se equivocó al regalarle un penalti al Tri. Yo no entiendo qué fue lo que vio el nazareno, pues en ningún momento se ve un contacto sobre Oribe Peralta que amerite ser considerado como falta.
Además de la pena máxima que regaló, López se mostró incompetente a lo largo de los 90 minutos y el tiempo extra al no controlar la gran cantidad de patadas que mexicanos y ticos se dieron. El árbitro no juzgó de la misma manera el rigor de las faltas y perdonó una tarjeta roja a Oribe Peralta, quien cometió una falta que perfectamente era considerada como su segunda tarjeta amarilla.