Nueva Jersey.— “El partido de nuestras vidas”. “Una final adelantada”. “Un clásico”. “De vida o muerte”.
Frases que tienden a dar espectacularidad al juego contra México, fueron las que emitieron los jugadores de Costa Rica, que vive al igual que el seleccionado mexicano, tiempos difíciles.
Y es que el no clasificar en primer lugar del Grupo B y gracias a tres empates, no pone las cosas del mejor tenor posible para los ticos.
“Urge una victoria”, dice el joven Deyver Vega, delantero que se ha vuelto una de las esperanzas del equipo que dirige Paulo Wanchope. “En este fase ya no se puede especular ni mucho menos, tenemos que ir por el triunfo desde el primer minuto ante un equipo grande, al que también se le complicó el calificar en la ronda de grupos”.
Los centroamericanos saben lo que ha hecho y dejado de hacer México, saben que el equipo de Miguel Herrera no está fino en lo que a ataque se refiere, ni concentrado en cuando a la defensa… Saben cuál es su punto flaco.
“El equipo mexicano trata bien la pelota desde abajo y la mueve muy rápido, por ahí puede perderla en la salida, además de la pelota parada, donde les ha costado trabajo”, agrega el atacante del Deportivo Saprissa.
Lo que se puede notar de los ticos es que ya no hablan de complejos, ni de diferencias, el futbol en la Concacaf, ha perdido a su gigante. “Está claro que las distancias se han acortado. En este torneo los caribeños han puesto la muestra de que ya no hay rival pequeño en el futbol. México sabe esto y nosotros también, Hoy vamos a jugar contra México de igual a igual, como los hemos visto desde hace tiempo, hemos ganado respeto”, comenta Miguel Cubero, volante del Blackpool de la Liga Premier inglesa.
Cubero descarta que Costa Rica vaya a tomar la violencia como principal arma, como tanto destaca que lo hacen contra México, el técnico Miguel Herrera, “nosotros tenemos nuestras armas y esa no es la usamos. Nosotros jugamos fuerte pero siempre leales y en estos juegos no lo tengo que decir yo, siempre hay pasión, siempre hay que ir al límite, es un partido clásico en el que se juega mucho”.
Y es que la violencia fue la que dejó fuera a Javier Hernández, principal referente en el ataque para el Tri, y que ahora se extraña demasiado.
Sí, sabemos que él es un jugador importante”, comenta el defensor Junior Díaz, que quizá piensen mucho en él, pero hay otros jugadores de los que han echado mano. Nosotros sabemos que México no depende de un solo jugador, sino de todo su conjunto, que tiene muchas figuras y nosotros vamos a tratar de igualarlos con base en nuestro trabajo de equipo”.