edgar.luna@eluniversal.com.mx
Phoenix.— Segundo juego en la Copa de Oro y la afición seguramente espera otra goleada del equipo nacional mexicano.
El marcador contundente de 6-0 a Cuba, hizo que las aguas se calmaran en la concentración azteca, peor ahora éste puede ser señalado si es que no consigue otro marcador de escándalo, ahora contra la débil selección de Guatemala en el juego a celebrarse en el estadio de la Universidad de Phoenix.
Los jugadores del Tri, en un principio, tienen los pies en la tierra. Han coincidido en que el optimismo puede ser su peor enemigo si no es controlado.
Andrés Guardado, el capitán del Tri, fue quien más pidió cordura de cara al futuro, “no nos tenemos que volar. Creo que todos estamos con los pies bien puestos en la tierra”.
El capitán es sensato: “Hay que ser realista, el parámetro del primer juego fue muy poco, sabemos que los rivales que vendrán serán diferentes, más difíciles y eso es con todos, el torneo cada vez se pondrá más complicado para todos”.
Y así como el torneo de la Concacaf crecerá en intensidad, Guardado asegura que el equipo, “también irá de menos a más. El techo queda muy arriba y nosotros queremos tocarlo, aún no se ha visto todo lo que podemos dar”.
Si el Tri gana a los chapines esta noche, prácticamente conseguirá el boleto a la siguiente fase, se estará en cuartos de final, un paso pero no la meta.
Por eso es importante que la euforia en el Tricolor no se desborde, porque si eso sucede, los verdaderos problemas vendrán muy pronto.