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Siempre que se menciona la palabra dopaje, las entrañas de la Selección Nacional se estremecen por los antecedentes que se arrastran.
En la Copa de Oro de 2011, cinco jugadores dieron positivo por consumo de clembuterol, lo que al final se justificó, debido a la carne contaminada que se comió en México.
Hoy, nada de eso se puede repetir, y José Rangel, preparador físico de la Selección, está al pendiente. “Con todo lo que nos ha pasado en ocasiones anteriores, tenemos mucha más experiencia en los cuidados. El consumo de carne roja es muy controlado, les hemos dicho a los muchachos que tengan mucho cuidado. Estamos seguros de que no habrá ningún problema en ese aspecto”.
Asimismo aseguró que las altas temperaturas en las cuales se disputará la Copa de Oro no serán un factor que juegue en contra del equipo nacional. “Aquí nadie nos va a ganar a correr, pero lo más importante es que nadie nos ganará con la pelota. Venimos por la Copa y estamos preparados en todo”.
La semana de trabajo que se tuvo en Orlando ha servido para adaptarse a las duras condiciones climatológicas.
“El ensayo que tuvimos aquí fue muy importante, la temperatura en Orlando fue muy fuerte, pero a los jugadores se les hidrata antes, durante y después del trabajo; hemos tenido mucho cuidado con eso, con las cargas y los entrenamientos para no llegar al desgaste”, dijo el especialista.
Afirmó que el tiempo de trabajo está medido y la Selección Nacional llegará en óptimas condiciones a su debut en el torneo, el 9 de julio ante Cuba, en la ciudad de Chicago. “Nos quedan más de 10 días y estamos trabajando muy bien, el grupo se encuentra en forma y la obligación es llegar a tope, los tiempos se dieron y así va a ser”.
En estas temperaturas, los jugadores pueden correr muchos riesgos, pero José Rangel asegura que el trabajo ha estado enfocado para evitar cualquier contratiempo entre los integrantes del plantel.