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Incluso en terreno desconocido, Miguel Herrera no cambia su ‘modus operandi’. El problema es que, según psicólogos deportivos, esta vez puede generarle problemas al interior de la Selección Mexicana.
El ‘Piojo’ todavía se familiariza con su primera gran tempestad en el banquillo tricolor, pero no ha dejado de repartir responsabilidades.
Da lo mismo si su equipo fue superado en buena lid o por factores ajenos al rival. Suele hallar las causas del revés fuera de lo que está a su alcance, método que le sugieren modificar para recuperar la armonía.
“Tiene este perfil explosivo, extrovertido, tirado hacia afuera. Pero en su cargo, ese tipo de personalidad —en este momento— no ayuda mucho a la Selección Nacional”, considera Claudia Rivas, psicóloga del deporte. “Miguel es un hombre inteligente. No ha sido casualidad sus temporadas en Monterrey y América; sin embargo, tiene un talón de Aquiles enorme: no asumir su parte de responsabilidad en las malas. En las buenas, sí; en las malas, no”.
“Cada vez que se presenta un resultado negativo, la culpa es del árbitro, sus jugadores, del vudú o del clima... Siempre es hacia afuera, en lugar de asumir su responsabilidad”, agrega la especialista.
Lo que, según Rivas, hace que pierda fuerza al interior del grupo, pues genera temor entre los futbolistas, que podrían ser catalogados como únicos responsables de un mal resultado.
“Cuando un líder lo hace [asumir la parte que le toca], puede cambiar las cosas para bien”, afirma. “Si lo hago, lo primero que genero es lealtad por parte de mis jugadores y tener fuerza, pero cada que nos quejamos o culpamos a alguien más, te debilita, además de que te distrae, que es el gran problema de Miguel en este momento: está bastante distraído con cosas mucho menos importantes que la Selección”.
El gesto siempre afable comienza a endurecerse. Al igual que Rivas, Gustavo Zepeda, presidente de la Federación Mexicana de Psicólogos de Futbol, considera que se debe a que Herrera no esperaba ser tan criticado. A final de cuentas, había rescatado el barco tricolor en su difícil trayecto rumbo a la Copa del Mundo Brasil 2014.
“Como es muy emocional, no alcanza a tomar fríamente la mejor decisión. Ricardo Peláez [ex director deportivo del combinado mayor] era quien le ponía el freno en las declaraciones y por eso salió bien librado de algunas dificultades en el proceso antes del Mundial, pero hoy que lo están dejando libre, cae solito”, asegura. “No cabe duda de que es un muy buen entrenador, pero su propia presión le afecta”.
También el prometer sin medida. Aplauden su valentía al advertir que buscará el título de cualquier torneo, pero le solicitan ser realista.
“Depende de cada individuo. Está bien trazarte metas altas, siempre y cuando tengas los escalones, el tiempo de trabajo, porque no eres campeón por decreto”, recuerda Rivas. “Eso es una tontería en la psicología. Desgraciadamente, mucha gente ha hecho daño con esto de que ‘visualízate campeón y ya lo eres’. No”.
“Sí hazlo, pero ponte a trabajar, a comer como un campeón, a entrenar, trabaja el sistema táctico y entendimiento para ser campeón, haz un compromiso. Entonces, vas a llegar a la final con mayor argumento”.
Y sin encontrar responsables ajenos del fracaso.