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El América tiene la daga de la eliminación enfrente y la espalda contra la pared. La única forma que tiene para evadir la estocada y avanzar a las semifinales es conseguir su victoria 90 en la historia de las Liguillas ante el Pachuca esta tarde.
Vencer por mínima diferencia le alcanza para remontar, luego de perder el encuentro de cuartos de final de ida en el estadio Hidalgo 3-2. Si empata o pierde, se consumará en Coapa el fracaso liguero.
“Es muy corta la ventaja [de los Tuzos]”, analiza el delantero de las Águilas, Darío Benedetto. “Hemos remontado situaciones peores”.
El ‘Pipa’ recuerda que los azulcremas pudieron venir de atrás en este semestre en la semifinal de la Liga de Campeones de la Concacaf ante Herediano. Perdían 3-0 y en la vuelta golearon 6-0. Ante el Impact de Montreal llegaron a tener una desventaja de 2-1, pero al final se impusieron los emplumados con global de 5-3 para coronarse en la llamada “Concachampions”.
En la era de Ricardo Peláez como presidente deportivo, el ‘Ame’ remontó en Liguilla en cuatro de las seis ocasiones, luego de tropezar en el primer partido de la eliminatoria.
Gustavo Matosas confía en el peso del Estadio Azteca para superar a los Tuzos hoy a las 17 horas y darle vuelta a la serie, además de conseguir su décimo triunfo en fase final en su carrera como estratega en México.
“El rival siempre juega. Pachuca tiene buen equipo y la serie está abierta”, analiza el técnico uruguayo. “Jugamos en casa, el público nos va apoyar, la confianza está intacta”.
Las Águilas batallan cuando juegan con los hidalguenses en duelos de vida o muerte. Nunca le han ganado en el ‘Coloso de Santa Úrsula’ un juego de Fiesta Grande (dos perdidos, incluido uno de final, y un empate).
“Tenemos que salir igual que lo hicimos en nuestra casa. Hay que ofender y hacerle goles al América”, avisa Óscar Pérez, portero albiazul. “Hay que aprovechar la oportunidad para dejar fuera a uno de los equipos que siempre son candidatos a ser campeones”.
En la cancha del Azteca hay 90 por ciento de probabilidad de lluvia. Mientras la precipitación cae, el América está obligado al triunfo frente al sorpresivo Pachuca. Si no lo logra el sueño del bicampeonato acabará y Matosas tendrá su primer fracaso en el Nido.