Torreón.— Santos perdonó a Tigres y la serie por los cuartos de final entre los equipos del norte, sigue abierta.
El empate a un gol entre laguneros y felinos fue favorable para los universitarios, que con la mitad de su mente en Copa Libertadores presentaron en este juego celebrado ante un semilleno estadio Corona, a su mejor cuadro, pensando que para la vuelta, con un equipo alternativo, les alcanzará para poner fin a la eliminatoria.
El partido que abrió la Liguilla del Clausura 2015 pareció que fuera de la fecha 3 del torneo regular, propiciado sobretodo por el estilo recalcitrantemente especulativo de Ricardo Ferretti que por sistema, amarra a su equipo.
Y así sacó el empate.
Mas el pobre espectáculo no fue nada más culpa de la visita, el cuadro de La Comarca se mostró insulzo, falto de ideas, falto de punch, sin esa hambre necesaria para buscar algo más allá que un simple triunfo.
Porque en la Liguilla, no sólo se debe ganar, se debe buscar arrasar al rival, matarlo para no darle una segunda oportunidad, para no dejarlo levantarse, para que el segundo tiempo de 90 minutos sea anecdótico.
Y no fue así.
Santos no aprovechó su condición de local, no aprovechó que se fue arriba en el marcador con tanto de Javier Orozco, quien aprovechó una mala salida de Israel Jiménez. El ‘Chuletita’ se enfrentó a Nahuel Guzmán y lo venció pasando el balón por debajo de sus piernas.
Como siempre, hasta no verse en desventaja, Tigres quiso jugar. Damián Álvarez comenzó a aparecer y conectó a Joffre Guerrón, quien aprovechó el grave error de Izquierdós y Araujo que chocaron entre ellos para dejar sólo al delantero que fusiló a Marchesín.
Apenas era el minuto 27 y el juego terminó, porque Tigres cerró las puertas y Santos no pudo abrirlas.
Algún intento de los laguneros provocó que Nahuel Guzmán se desentumiera, pero nada para llamar verdaramente la atención.
Al final, lo que terminó con el aburrimiento de todos los presentes, fue el regaño de Ferretti a su portero Guzmán, por ser amonestado al hacer tiempo y la contestación del portero seleccionado de Argentina, fue arremedar a su técnico. Redacción