Futbol

EU y México, con poco futbol, hicieron negocio millonario

Se calcula que por los ingresos de taquilla y patrocinadores, el partido, disputado en el Alamodome, de San Antonio, Texas, dejó más de 10 millones de dólares de ingresos

Foto: Notimex
16/04/2015 |10:04
Redacción El Universal
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La historia se repitió, las selecciones de futbol de Estados Unidos y México disputaron el duelo 64, y de nuevo el factor económico de los beneficios que dejó a los organizadores fue el gran triunfador.

Se calcula que por los ingresos de taquilla y patrocinadores, el partido, disputado la pasada noche en el Alamodome, de San Antonio (Texas), dejó más de 10 millones de dólares de ingresos.

El escenario no pudo ser más "idóneo" para vender un partido amistoso sin ningún sentido y transcendencia deportiva, especialmente para México que llegó sin los mejores jugadores, o los que se esperan van a estar en los próximos compromisos internacionales que tiene la selección Tricolor.

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Mientras que Estados Unidos, que al final lograría la victoria por 2-0, fue algo más serio y el seleccionador Jurgen Klinsmann llamó al núcleo del equipo con el que espera contar de cara al futuro y especialmente en la próximo Copa Oro.

Las bajas del capitán Clint Dempsey, lesionado, y la de Jozy Altidore, suspendido, fueron menos notorias que las que tuvo México, que formó un equipo de circunstancias y con el único objetivo de cumplir el expediente y llevarse buenos millones de dólares.

Los goles marcados en la segunda parte por el novato Jordan Morris y el colombo-estadounidense Juan Agudelo, fueron lo mejor del partido que presenciaron nada menos que 64 mil 369 espectadores, un lleno que se registró en las gradas del Alamodome, nueva marca en la ciudad tejana para un partido en el que participa la selección Tricolor.

La anterior marca había sido de 54 mil 313 espectadores que asistieron el año pasado para ver el partido entre Corea del Sur y México.

Nada comparado con el primer duelo futbolístico que se dio en San Antonio entre Estados Unidos y México, de ahí que a los aficionados, que llegaron de la mayoría de las ciudades de Texas y de más allá de la frontera, pagasen un promedio de más de 100 dólares por boleto.

No importó el costo, varias semanas antes que se celebrase el partido, el aforo ya estaba todo vendido y el negocio económico asegurado para los organizadores.

Luego hablar de espectáculo deportivo, poco por no decir nada, sobre un terreno de juego en malas condiciones, para muchos "lamentable", que de haber sido serios y no primar el negocio, no se tendría que haber disputado.

Los jugadores mostraron claramente que no querían arriesgar nada en sus acciones y aunque pusieron su esfuerzo al final su gran triunfo fue que ninguno salió lesionado.

El entrenador de México, Miguel Herrera, al concluir el partido dijo que "le había gustado mucho el equipo en la primera parte" cuando el marcador señaló un empate a 0-0 y en el que lo único válido y destacado fue el gran espíritu de animar que pusieron los aficionados de ambos bandos.

Si la primera parte no fue buena para ninguno de los dos equipos, la segunda tampoco cambió mucho, con un terreno de juego, que volvió a ser regado durante el tiempo de descanso, algo que "enfureció" a Herrera, muy resbaladizo y al que Estados Unidos se adaptó mejor al tener más fondo físico sus jugadores que los de México.

Los goles hicieron justicia a esa adaptación que tuvo el equipo de las barras y las estrellas, que tampoco brilló en el juego técnico, pero una vez más fue el mejor utilizó sus cualidades en el campo y aprovechó las oportunidades que tuvo de gol.

Estados Unidos tiene ahora marca de 18 victorias, 32 derrotas y 14 empates ante México, y de 13-5-5 contra sus rivales directo en la Concacaf desde el 2000.