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Tom Brady está contento del hallazgo de dos jerseys que vistió en Super Bowls distintos. El primero, corresponde al que vistió el 1 de febrero de 2015, cuando ganó su cuarto trofeo Vince Lombardi, contra los Seahawks de Seattle. El segundo, lo portó el pasado 5 de febrero, día en que consiguió su quinto Super Bowl, ante los Falcons de Atlanta.
“Estoy feliz que han sido recuperados y quiero agradecer a todas las agencias policiales involucradas. Sé que trabajaron duro en este caso, y se los agradezco mucho”, declaró el pasador a la NFL.
A nueve meses de la desaparición de sus prendas, presuntamente a manos de un mexicano, Brady estará sobre el césped del Estadio Azteca el próximo noviembre, cuando su equipo se enfrente a los Raiders de Oakland.
“Cuando se realice el partido, el tema del presunto robo estará en el olvido”, comenta Pepe Segarra, cronista de Televisa. “En el inmueble habrá una gran fiesta y más con la presencia de los ‘Pats’, en calidad de campeones y con Brady en los controles”.
El cotejo entre Nueva Inglaterra y Oakland se anunció el 1 de febrero y se especula que se dispute el próximo 19 de noviembre.
“Una de las cosas en que la NFL trabajó mucho para regresar los juegos al país fue el tema de los vestidores. No tanto por seguridad, sino por el cupo”, comenta el comentarista Pablo Viruega. “Ahora, la seguridad tendrá que ser prioridad porque el involucrado, Tom Brady, viene”.
Con el hurto del jersey, la Liga puede incrementar la seguridad en el Coloso de Santa Úrsula. “Habrá más medidas estrictas. El robo será un argumento que pueden utilizar para ser más severos”, dice Segarra.
