Nadie cuestiona el hecho objetivo que los Patriots de Nueva Inglaterra tendrán a su favor el factor experiencia cuando este domingo, en el NRG Stadium de Houston, disputen el noveno Super Bowl de su historia ante los Falcons de Atlanta, que llegan para jugar el segundo.
Los Patriots, campeones de la Conferencia Americana (AFC), además ya tienen cuatro títulos de campeones, por ninguno de los Falcons, que poseen el título de campeones de la Nacional (NFC).
No importa que los Patriots (16-2) tengan a un gran número de jugadores jóvenes, el equipo que dirige el legendario entrenador en jefe Bill Belichick mostró durante toda la temporada la madurez que les da de inmediato asimilar el estilo y la filosofía de equipo que hay dentro de la franquicia de Nueva Inglaterra.
Pero por encima de toda esa adaptación está la gran carta ganadora que siempre poseen los Patriots como es mantener en la dirección del juego al mariscal de campo Tom Brady, que a sus 39 años sigue en plenitud física y control de sus emociones.
"Puedo controlarlas, y sé cuándo tengo que elevar las revoluciones y cuando tengo que relajarme, y creo que uno aprende eso con el tiempo", declaró Brady, ganador de cuatro títulos de Super Bowl y tres premios de Jugador Más Valioso (MVP).
Las seis presencias anteriores en el Super Bowl le han servido a Brady para buscar un punto medio entre el control y sentir la mayor emoción posible que te ayude también a estar metido en el partido.
"Tienes que estar justo al límite. Es un partido lleno de emotividad. No puedes estar descontrolado, pero tampoco jugar sin emoción. Apelas a diferentes emociones según el momento", analizó Brady. "Nunca he escondido mis emociones en el campo, pero necesitas tener mucha moderación".
Otro factor importante que da la experiencia es que en un partido de Super Bowl tienes que saber establecer muy bien los tiempos en cuanto a las reservas físicas de cada jugador.
No puedes estar fundido al concluir el tercer periodo, ni inclusive cuando falten dos minutos para el final, el ejemplo lo dieron los propios Patriots en el que disputaron ante los Seahawks de Seattle, en el 2015, y ganaron tras remontar 10 puntos de desventaja con el esquinero Malcolm Butler de héroe.
"Es una semana especial, demasiados compromisos, y un partido muy largo con todo lo que rodea al espectáculo del Super Bowl, donde tienes demasiadas horas con actos y otros compromisos que hacen que puedas terminar agotado mental y físicamente", advirtió Brady, que posee una lista interminable de marcas.
Brady como titular de los Patriots lidera la liga en triunfos de playoffs (24), pases lanzados (1.263), pases completados (788), yardas (8.628) y touchdowns (61).
Tiene la mayor cantidad de partidos con más de un touchdown (19) y la máxima cifra de partidos de al menos 300 yardas (11) en la historia de los playoffs.
También se convertirá en el primer jugador en participar en siete Super Bowls, y sería el primer mariscal de campo que tuviese cinco títulos lo que le permitiría también empatar con el exapoyador y defensivo interior Charles Haley, que posee cinco anillos, al jugar con los 49ers de San Franciscos y Cowboys de Dallas.
Brady tendrá a cinco compañeros con los que ya ha jugado en otros Super Bowls, lista que encabeza el receptor abierto Julian Edelman, el corredor LeGarrette Blount, el apoyador exterior Rob Ninkovich, el profundo libre Devin McCourty y el pateador Stephen Gotkowski.
El veterano mariscal tampoco tendrá problemas con los más jóvenes que llegan por primera vez al Super Bowl, ya que cuenta con toda la experiencia para indicarles lo que deben hacer en el caso que pasen por algún problema.
Nada de lo vivido por Brady y los Patriots existe con los Falcons que nunca han ganado un título de la NFL y en sus 51 años de historia perdieron en 1999 ante los Broncos de Denver el primer Super Bowl que disputaron y desde entonces no han vuelto a destacar.
Pero ahora llegan también con un gran mariscal de campo como Matt Ryan, nombrado hoy ganador del premio MVP de la liga, y cuatro veteranos que han estado anteriormente en un Super Bowl como son el defensor interior Dwight Freeney, el apoyador exterior Courtney Upshaw, el profundo Dashon Goldson y el apoyador Philip Wheeler.
Los Falcons saben que los Patriots cuentan con la ventaja, pero Freeney, que ganó un título con los Colts de Indianápolis en 2007, cree que el aspecto mental es crucial.
"Pienso que si salimos mentalizados para jugar como lo hemos hecho durante toda la temporada las opciones estarán repartidas por igual para ambos equipos, lo que significa que el partido hay que jugarlo y ver al final quien es el mejor", subrayó Freeney.
De momento, en el libro de las apuestas de Las Vegas, aunque los Patriots siguen por delante con tres puntos de ventaja, el viernes hubo un jugador que apostó 1,1 millón de dólares en favor de los Falcons, por otro que puso 200.000 dólares para Nueva Inglaterra.