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La ausencia de Tom Brady en los primeros cuatro juegos de la temporada no influyó para que los Patriots de Nueva Inglaterra llegaran al Super Bowl LI, en búsqueda de su quinto anillo.
Los pupilos de Bill Belichick iniciaron la campaña con la ausencia de su quarterback estelar por el escándalo del “Deflategate”, lo cual sembraba la duda del desempeño del equipo. Sin embargo, Nueva Inglaterra logró salir adelante de la mano del suplente Jimmy Garoppolo y el novato Jacoby Brissett.
Con una marca de 3-1, Brady regresó a los emparrillados y su equipo mantuvo un paso casi perfecto.
Con el “12” en los controles, “Pats” sólo perdió ante los Seahawks de Seattle 31-24.
Nueva Inglaterra se colocó como líder de División Este de la Conferencia Americana, con un registro de 14-2 y aseguró el descanso en la primera semana de la postemporada, siendo ésta la octava ocasión de manera consecutiva de clasificación a Playoffs para los Patriots.
En ronda divisional, el conjunto de Belichick resistió el ataque de los Texans de Houston, a los que venció 34-16. Una semana más tarde, se impuso sobre los Steelers de Pittsburgh 36-17, para conseguir su boleto al Super Bowl LI.
De ganar mañana, la dupla de Brady-Belichick se convertiría en la mancuerna de head coach y quarter-back más exitosa de todos los tiempos,
Atlanta vs las expectativas. En el comienzo de la temporada 2016, todo indicaba que la División Sur de la Conferencia Nacional iba a ser dominada por los Panthers de Carolina, que venían de perder el Super Bowl 50. Mientras que se pronosticaba que los Falcons de Atlanta sumarían su cuarto año consecutivo sin Playoffs.
En el primer juego de campaña hubo un claro ejemplo del por qué los analistas los veían lejos de postemporada, pues cayeron ante los Buccaneers de Tampa Bay 31-24.
Sin embargo, despertaron en la semana 2, contra los Raiders de Oakland. El quarterback Matt Ryan demostró su verdadero potencial y con 396 yardas y tres anotaciones guió a su equipo a su primer triunfo del año.
Otras tres victorias colocaron a los Falcons arriba de sus rivales de división, con una marca de 4-1.
En los primeros nueve juegos, el equipo del head coach Dan Quinn anotó más de 23 puntos por partido; sin embargo, la defensiva siempre quedaba a deber, pues en la mayoría de las ocasiones recibió más de 20 puntos.
Después de la semana de descanso, la poderosa ofensiva vestida de rojo y negro no se detuvo. En los últimos seis cotejos de la temporada, Falcons no bajó de los 28 puntos marcados, terminando con 540 puntos registrados, una marca de 11-5, líder en su división y segundo lugar en la Conferencia Nacional.
En Playoffs, Atlanta dominó a los Seahawks de Seattle en la ronda divisional, y a los Packers de Green Bay en la final de la NFC.