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Ben Roethlisberger quería que el momento fuese privado. La cámara que le siguió al terreno y el micrófono en las hombreras de Tom Brady lo hicieron imposible.
Su breve conversación antes que Brady y los Patriots de Nueva Inglaterra jugasen contra Steelers en Pittsburgh en octubre ofreció un vistazo a una rivalidad inexistente. Los dos se abrazaron. Lamentaron la lesión en la rodilla izquierda que dejó a “Big Ben” fuera esa tarde.
Y entonces Roethlisberger hizo un pedido no característico: una camiseta autografiada de Brady para colgarla en la pared de su casa junto a las de los legendarios Dan Marino, John Elway y Jim Kelly.
“Yo lo considero como uno de los mejores de todos los tiempos”, dijo el quarterback de Steelers.
Un grupo en el que Roethlisberger no se incluye.
Ni siquiera con tantos títulos como el amigo y ocasional rival de Brady, Peyton Manning (2). Ni siquiera con un puesto entre los 10 primeros en casi todas las categorías importantes. Ni siquiera con un busto en el Salón de la Fama de la NFL junto con el de Brady y los del resto de los quarterbacks cuyas camisetas cuelgan en su pared— sin importar lo que suceda el domingo en el duelo por la Conferencia Americana.
La razón es simple. Campeonatos. Brady tiene cuatro. Roethlisberger, dos, ninguno de los cuales requirió que se enfrentara a Brady.
Por eso “Big Ben” dice que no es parte del “estándar dorado” que él sin problemas le da a Brady.
Esta semana ofrece a Roethlisberger su mejor —y quizás su última— oportunidad para hacerle a Brady lo que Brady le ha hecho a tantos en los últimos 16 años.
“Yo sé que él está acostumbrado, con todo eso de Peyton Manning y Tom. Se trata de dos equipos de futbol americano que han ganado campeonatos. No estamos jugando tenis. Salimos a jugar un partido con 11 jugadores a la vez”.
Quizás, pero el resultado estará adjunto al legado de Roethlisberger más que al de ningún otro jugador. La lista de quarterbacks rivales a los que “Big Ben” ha vencido en ruta al Super Bowl no es exactamente estelar: Jake Plummer, Mark Sánchez y Joe Flacco.
Sí, Roethlisberger desea ardientemente vencer a Brady. Con todo su corazón.
“Vas a la guarida del león, la guarida del dragón”, dijo. “Ellos son el dragón. Estamos tratando de matarlos. No importa quién sea”.