Un día después, los Steelers de Pittsburgh seguían relamiéndose por su desigual victoria ante los Dolphins de Miami en la ronda de comodines.
“Fue para admirar”, declaró el tackle derecho Marcus Gilbert.
El único sobresalto fue una jugada al término del último cuarto, con los Steelers arriba por tres anotaciones, la que provocó que el quarterback Ben Roethlisberger se fuera del estadio con una bota protectora por un leve tirón en el tobillo derecho. El defensive end de los Dolphins Cameron Wake cayó encima de las piernas de Roethlisberger en tercer down que derivó en un pase interceptado.
Roethlisberger acabó tirado en el terreno del Heinz Field, pero pudo encaminarse trotando al vestuario al cabo de la paliza por 30-12.
Si bien el pasador le restó importancia al golpe y que su disponibilidad para la visita a Kansas City el fin de semana se da por descontada, ello no sirvió de consuelo a Gilbert, puesto que fue el jugador que dejó que Wake lograse escaparse.
“Cuando eso pasa, honestamente, te sientes mortificado”, dijo Gilbert. “Pero es uno de los jugadores más aguerridos que conozco. Saldrá a jugar pese a todo, estará de pie, hará lo que tenga que hacer para jugar la próxima semana y hacer el trabajo que le conocemos”.
El que Roethlisberger estuviera lanzando pases en un partido que ya estaba sentenciado pareció un riesgo innecesario para algunos, particularmente en las redes sociales, incluso luego que Pittsburgh encadenó su octava victoria seguida.
Y es que el estratega Mike Tomlin y su coordinador ofensivo Todd Haley han logrado que el ataque de los Steelers sea uno de los más dinámicos de la liga por su persistente agresividad, sin importar las circunstancias en el partido.
Roethlisberger siguió en acción y soltó pases con ocho minutos por jugar en siete partidos esta temporada en la que los Steelers mantenían ventajas con un margen mínimo de dos touchdowns.
Ahora, de cara al duelo ante los Chiefs, las principales preocupaciones de Pittsburgh se centran en la condición del pie de Roethlisberger y la ausencia de Joey Porter, un entrenador de linebackers.
Porter recibió una licencia el lunes tras ser arrestado la noche del domingo en un bar de Pittsburgh por cargo de agresión a un policía, resistirse al arresto, alteración del orden público, violación desafiante a la propiedad y embriaguez en la vía pública.
Pittsburgh no tuvo complicaciones para vencer a Kansas City el 2 de octubre, imponiéndose 43-14.
Marrone al frente de Jaguars. Los Jaguars de Jacksonville recurrieron a un entrenador del pasado y a otro del presente, en busca de mejores resultados en el futuro.
El dueño Shad Khan dio el puesto permanente de entrenador a Doug Marrone quien tomó el equipo a finales de noviembre y contrató como ejecutivo a Tom Coughlin.