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Nueva York.— Después de que el pateador de los Giants de Nueva York, Josh Brown, admitiera haber incurrido en violencia doméstica contra su ex esposa, el equipo decidió no llevarlo a Londres, donde el domingo se medirán con los Rams, en la segunda visita que hace la NFL esta temporada al país británico.
Presuntamente Brown habría incurrido en violencia doméstica y lo había registrado en cartas, correos electrónicos y un diario, indica una investigación policial.
Ante esto, los Giants comunicaron que revisarán los documentos y retomarán el caso a su regreso del encuentro de la Semana 7.
“Los Giants no condonan ni disculpan ninguna forma de violencia doméstica. Josh tiene conciencia de los problemas que atraviesa en su vida, ha trabajo en estos temas con terapia y consejería por un largo tiempo. Nos mantenemos con el apoyo a Josh y sus esfuerzos”, comentó el equipo.
Los documentos son parte del expediente del caso Brown en la oficina del Sheriff del Condado King, derivados de su arresto el 22 de mayo de 2015.
El pateador fue acusado de violencia doméstica y asalto en cuarto grado, después de un incidente con su ex esposa.
Los cargos fueron retirados posteriormente, aunque de acuerdo con la investigación en una parte de su diario personal escribió “he abusado de mi esposa”.
El reporte de la mujer indica que el pateador había actuado de manera violenta en su contra en más de 20 ocasiones.
La NFL, que realiza su propia investigación, suspendió a Brown a principios de este año por violar las políticas de conducta; el martes, en una declaración, la NFL sostuvo que ha intentado en varias ocasiones obtener toda la evidencia e información relevante.
El ex quarterback de los Giants, Sage Rosenfels, tuiteó que el equipo debería despedir a Brown.
El pateador estuvo en la práctica con sus compañeros el jueves. Renovó con Giants por dos años y cuatro millones de dólares.
Para suplir a Brown, los Giants llegaron a un acuerdo con el veterano Robbie Gould, quien tiene 34 años de edad y 11 temporadas de experiencia, todas jugando con los Bears de Chicago.
De esta forma se siguen sumando casos de violencia doméstica en la NFL, y la Liga comienza a tratarlos con mayor dureza tras los escándalos de Ray Rice y Adrian Peterson.
