Foxborough.— El gran comienzo de temporada que han tenido los Patriots de Nueva Inglaterra ha sorprendido a todos, especialmente después de haber ganado los tres primeros partidos sin su quarterback titular Tom Brady y hacerlo con el segundo y un novato.
Ahora, cuando están a sólo un partido más de completar la suspensión de cuatro que le impusieron a Brady por su presunta participación en el escándalo de los balones inflados de manera antirreglamentaria, el objetivo de los Patriots, en su partido de esta semana, es tener la posibilidad de darle la bienvenida a su estrella conservando el invicto.
Para eso tendrán que superar a los Bills de Buffalo y el entrenador de los Patriots, el legendario Bill Belichick, afronta el duelo sin ningún tipo de presión porque puede tener la opción de elegir entre los pasadores Jimmy Garoppolo, el reserva de Brady, o el novato Jacoby Brissett, quien lo sustituyó cuando se lesionó en el segundo partido y luego fue titular en el tercero.
El éxito de los Patriots está de nuevo en que se han apegado a los fundamentos durante su paso perfecto: establecer el ataque terrestre y cuidar el balón, dos elementos fundamentales que todos entienden, pero que es muy difícil ponerlos en la práctica.
El corredor LeGarrette Blount encabeza la NFL con 298 yardas por tierra, abriéndole una baraja de posibilidades y de tiempo de posesión a Garoppolo y Brissett, quienes enfatizan la buena toma de decisiones por encima del avance de yardas.
Esa es una buena receta en su intención por alargar el dominio de los Patriots sobre los Bills, luego de que Nueva Inglaterra ha ganado 23 de los últimos 25 partidos.
Mientras que los Bills vienen de dar su mejor actuación de la campaña al sorprender a los Cardinals de Arizona 33-18.
La ofensiva anotó al menos 31 puntos por segundo partido consecutivo, pero siguen aspirando a la consistencia, ya que también tienen una actuación con tan sólo siete puntos a su favor y dos derrotas por seis puntos o menos.
Sin olvidar que ahora Rex Ryan, es el head coach de los Bills y quiere el triunfo.
