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El quarterback de los Patriots de Nueva Inglaterra Tom Brady deberá cumplir la suspensión de cuatro partidos que le impuso la NFL en relación con el uso de balones desinflados, según dispuso un tribunal de apelaciones que anuló un fallo previo y dio la razón a la Liga.
Un panel de tres jueces votó 2-1 a favor de mantener el castigo impuesto por el comisionado Roger Goodell. Los dos jueces que votaron a favor dijeron que Goodell no privó a Brady de su derecho a un proceso justo y que no veían razón alguna para cambiar su decisión.
El dictamen podría poner fin a la disputa entre la liga y el sindicato de jugadores, avivando al mismo tiempo el debate en torno sobre si Brady usó los balones a sabiendas de su condición de desinflados durante la final de la Conferencia Americana en enero del 2015.
Brady no había cumplido la suspensión porque apeló y el juez de primera instancia Richard Berman había fallado a su favor.
Poco después de conocido el anuncio, el aspirante a la nominación presidencial republicana Donald Trump, salió en defensa de Brady, viejo amigo con el que juega al golf.
“Déjenlo tranquilo, es un gran tipo. Ya basta”, dijo Trump en un acto de campaña.
El dictamen anunciado puede ser apelado, pero sería un trámite largo y difícil.
Al explicar el fallo, el juez Barrington D. Parker dijo que “nuestro papel no es decidir nosotros mismos si Brady participó en un plan para desinflar balones o si la suspensión impuesta por el comisionado debió ser por tres partidos, cinco o ninguno. Ni es nuestro papel poner en duda la decisión” del comisionado.
“Nuestra obligación se limita a determinar si el procedimiento y la decisión satisfacen” las leyes laborales, agregó.
El juez señaló que el contrato laboral le da al comisionado una autoridad “especialmente amplia” y que, “incluso si comete un error, no debemos cambiar el fallo siempre y cuando se actuó haciendo un ejercicio adecuado de la autoridad”.
El juez disidente, Robert Katzmann, sostuvo que Goodell no tomó en cuenta castigos alternativos “muy relevantes”.
“No me convence la decisión del comisionado de aplicar una suspensión sin precedentes de cuatro partidos”, manifestó. “Es irónico que un proceso que debería garantizar que todos los jugadores son tratados justamente haya sido usado injustamente contra un jugador”.
La Asociación de Jugadores de la NFL se mostró decepcionada con el fallo.
“Combatimos la suspensión de Tom Brady dispuesta por Roger Goodell porque sabemos que no fue una decisión justa y se violaron los derechos de los jugadores delineados en el convenio colectivo de trabajo”, afirmó en un comunicado.
El sindicato agregó que iba a analizar la situación antes de decidir qué medidas tomar.
El portavoz de la NFL Brian McCarthy dijo que el tribunal dictaminó que Goodell se desempeñó apropiadamente en casos que involucran la integridad del deporte.
“Esa autoridad ha sido reconocida por muchos tribunales y ha sido incorporada expresamente a todos los convenios colectivos de trabajo en los últimos 40 años”, expresó McCarthy.
En los testimonios brindados en marzo, los jueces de apelación parecieron mostrar cierto escepticismo ante los argumentos de la Asociación de Jugadores.
El juez de circuito Denny Chin dijo que la evidencia de que se había desinflado los balones era “fuerte, por no decir abrumadora”, y que había asimismo evidencia de que “Brady sabía de ello, lo consintió y lo alentó”.
La liga adujo que Goodell estaba en su derecho de aplicar un castigo severo tras llegar a la conclusión de que Brady había empañado la imagen del deporte al obstruir la investigación destruyendo un teléfono celular con casi 10 mil mensajes.
Parker opinó que al destruir el teléfono se le dio una dimensión al caso. Ya no se dijo de si se infló de más o de menos los balones, sino “de la integridad de un procedimiento iniciado por el comisionado”.
“¿Por qué no puede el comisionado suspender al señor Brady por ese comportamiento tan sólo?”, preguntó. “Con todo respeto, la explicación del señor Brady no tuvo sentido alguno”, agregó.