Más Información
Morena va por medidas fiscales para plataformas digitales por almacenamiento; Ramírez Cuellar prevé ingresos de 15 mil mdp
Senado acelera discusión para extinguir organismos autónomos; Morena convoca a sesión para este miércoles
ariel.velazquez@eluniversal.com.mx
El eco de los festejos del campeonato que los Dinosaurios de Saltillo consiguieron en 1996 aún se mantenía en la ciudad norteña, cuando directivos anunciaron que la Liga Master —primer campeonato profesional de futbol americano en nuestro país— desaparecería siete temporadas después de su creación, por falta de recursos económicos.
De un tajo, la primera ola del football de paga se estrelló por la falta de patrocinadores, dejando sólo la huella de los encuentros que protagonizaron: Caballeros, Conquistadores, Patriotas, Reales, Dinosaurios y Cerveceros de Monterrey y que el tiempo se ha encargado de borrar poco a poco, a pesar de que estos equipos llegaron a llenar estadios como el Joaquín Amaro o el Francisco I. Madero, casa del conjunto de beisbol Saraperos.
Veinte años después, la Liga de Futbol Americano Profesional (LFA), nace para tomar la estafeta del profesionalismo y desplazar a los torneos ‘semi-pro’ que volvieron vulgar un deporte que se distingue por la disciplina que se necesita para practicarlo, como marcan sus mandamientos.
Cuatro equipos (Condors, Eagles, Mayas y Raptors) integran el primer año de la LFA.
Raptors y Mayas serán los encargados de dar el kickoff a las 11:00 horas en el estadio Jesús ‘Palillo’ Martínez de la Magdalena Mixhuca.Con un salario de 1,500 por partido para cada uno de los 45 jugadores que integran las cuatro plantillas, la cuestión monetaria no es el motor para estar en la primera temporada de la LFA.
“Queremos ser parte de la historia. Que en 10 o 20 años cuando la liga tenga un arraigo entre todos los aficionados al futbol americano, nos recuerden como los pioneros de este proyecto en el cual creemos por la calidad de jugadores que estamos y la forma profesional en la que se está llevando cada renglón de esta nueva etapa del futbol americano en México”, sostuvo Octavio Vázquez, profundo de los Condors.
A diferencia de la extinta Liga Master, la LFA , está bajo un modelo similar al de la Major League Soccer, o la liga de futbol americano de Canadá, donde las franquicias son propiedad de la liga y ésta tiene el control de mudanzas o expansión.
Además, las reglas a las que estaban acostumbrados los jugadores en su etapa colegial fueron modificadas y se acercan a lo que tiene la NFL, como los dos pies dentro del campo para hacer válida una recepción o que la caída al césped sin contacto no hace down y que harán más atractivo el espectáculo.
También que el punto extra será pateado de la yarda 35, como la NFL lo aplicó en la pasada campaña.
“No queremos que se piense que serán partidos como los de la NFL, queremos que el público se acerque a nosotros para que vean el espectáculo que vamos a ofrecer. Está gran parte de los mejores jugadores del país, muchos seleccionados nacionales y jugadores que fueron estrellas en sus universidades”, dijo Saúl Plancarte, linebacker de Eagles.
Se espera que para la segunda etapa de la temporada que está conformada por seis semanas, se integren jugadores estadounidenses con pasado en la NCAA División I.
“Si llegan estadounidenses seguro van a incrementar el ni-vel. Queremos que la liga sea lo más fuerte posible para que la gente esté contenta con lo que paga”, añadió Plancarte.
El costo de los boletos es de 170 pesos para cada partido, con el cual se pagará gran parte de la nómina, que es de poco más de 80 mil pesos por equipo, contando el costo de jugadores y entrenadores, donde el head coach será el que más dinero perciba, con 12 mil pesos por mes.
Los entrenadores en jefe son: Ernesto Alfaro (Mayas), Antonio Sandoval (Eagles), Rafael Duk (Raptors) y Enrique Zapata (Condors).
Para aliviar la carga económica la LFA cuenta con siete patrocinadores, entre los que destaca Under Armour, que manufacturó los uniformes y de otorgar guantes, zapatos y ropa deportiva a los conjuntos.
Bajo el nuevo concepto profesional que adoptaron los jugadores firmaron un código de ética, además de que fueron sometidos a exámenes antidopaje.
“Poca o mucha paga somos profesionales. Si queremos que la liga sea duradera, tenemos que actuar de manera profesional dentro y fuera del campo. Eso fue lo primero que aprendimos al llegar a la liga”, sentenció Marco Antonio García, quarterback de los Mayas.