Nueva York.— La temporada 2015 de la NFL ha estado marcada por errores de los oficiales, controversias y decisiones inconsistentes, pero el pasado lunes la polémica volvió a presentarse con pifias garrafales en el juego entre los Patriots de Nueva Inglaterra y los Bills de Buffalo.

Los siete oficiales presentes en el Gillette Stadium, todos comandados por el referee Gene Steratore, cometieron tres errores indefendibles en el encuentro.

Hubo un silbatazo que le quitó un touchdown al receptor de Patriots, Danny Amendola; el corredor de Nueva Inglaterra, James White, anotó en jugada que debió ser anulada y los últimos dos segundos del encuentro expiraron a pesar de que el receptor Sammy Watkins, de Buffalo, salió por la línea de banda.

“Fue un error, no debió sonar el silbato”, admitió el vicepresidente de oficiales de la NFL, Dean Blandino sobre la primera pifia.

“Si ven, Rex (Ryan) estaba frente al referee y es probable que por eso perdió de vista a Brady”.

En la jugada de Watkins, el receptor tomó el pase y salió por la banda sin ser tocado, pero los oficiales hicieron la señal para que siguiera corriendo el reloj. Eso le quitó a los Bills la oportunidad de intentar un ‘hail mary’. El ex jefe de los jueces, Mike Pereira, dijo que el reloj debió detenerse.

Steratore dijo a la prensa al final del encuentro que esa fue una jugada de apreciación en la que parece que Watkins se rinde y por eso dejaron expirar el reloj. El libro de reglas no contempla repetición en esos casos.

“Lo que pudimos apreciar en la última jugada es que el receptor se rinde voluntariamente en el campo de juego”, dijo Steratore.

Los aficionados de Buffalo difieren de esa versión.

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