Primero fue Brandon Weeden. Con él, los Cowboys perdieron tres en fila y fueron de más a menos en cuanto a puntos anotados (28, 20 y 6).

Así que Jason Garrett lo mandó a la banca y nombró como nuevo quarterback titular de los Cowboys a Matt Cassel, obtenido por Dallas el 22 de septiembre, gracias a un canje con los Bills de Buffalo.

Cassel debutó ayer con los desesperados Cowboys en el MetLife Stadium, casa de los Giants. Cambio de quarterback, mismo resultado.

Cassel completó 17 de 27 para 227 yardas, un pase de touchdown, tres intercepciones y rating de 62.3. Esas tres intercepciones fueron en series consecutivas entre el tercero y cuarto periodos.

Después vino su único pase de touchdown, cuando Devin Street hizo una acrobática recepción en la esquina de la anotación, para empatar el juego a 20 puntos, a 7:14 del final del partido.

Y, entonces, los equipos especiales de Dallas echaron todo a la basura. En el kickoff correspondiente, el ex Cowboy Dwayne Harris corrió 100 yardas con el balón para vaporizar el empate en cosa de 13 segundos.

Y luego, con 1:36 en el reloj y una posible última oportunidad para Cassel, Cole Beasley perdió la patada de despeje y los Giants recuperaron en la yarda 16 de Dallas para sellar el triunfo de los locales.

Cuatro derrotas consecutivas de los Cowboys (2-4), que ahora reciben a Seattle y Philadelphia en las Semanas 8 y 9, respectivamente.

Tony Romo, quien se fracturó la clavícula en la Semana 2 (precisamente ante Eagles), comenzó a lanzar pases la semana pasada. Como Dallas lo puso en la reserva de lesionados que pueden regresar a jugar, Romo podrá entrenar normalmente en la Semana 9, de cara al juego en Miami ante los recargados Dolphins.

Para entonces, el récord de los Cowboys podría ser 3-6 y el margen de error, mínimo.

Será una dura lección para Jerry Jones, quien se ha negado a reclutar quarterbacks en el Draft; el dueño/gerente general ha preferido contratar agentes libres como suplentes de Romo.

En enero, Jerry va a necesitar una lista de los mejores quarterbacks colegiales.

La buena noticia para los Cowboys es que la ofensiva totalizó 460 yardas, lo más alto en 2015 y lo máximo desde aquellas 473 en Washington al final de la campaña pasada.

La ofensiva terrestre generó 233 yardas, incluidas 152 y un touchdown de Darren McFadden, quien corrió para 150 yardas por primera vez desde la Semana 1 de la temporada 2011, contra Denver.

Dallas no tenía un juego con tantas yardas por tierra desde las 251 que ganaron ante los mismos Giants, en septiembre de 2009.

Plan B, Plan C, Plan D...

Cassel, E.J. Manuel (Buffalo), Landry Jones (Pittsburgh), Zach Mettenberger (Tennessee) y Brian Hoyer (Houston) fueron los cinco quarterbacks suplentes que, por diferentes razones, fueron usados este domingo como titulares. Todos sus equipos perdieron y ellos se combinaron para 8 touchdowns y 10 intercepciones.

Desde 2011 Cassel tiene récord de 9-18 y parece que éstas son sus últimas oportunidades como profesional.

Manuel está 6-9; Mettenberger, 0-7; Hoyer 11-8 y Jones perdió su primer juego como titular.

Deberíamos corregir y llamar a la NFL la “Liga del Quarterback TITULAR”.

P-A-T-S, Pats, Pats, Pats

Y en nuestra gustada sección “Los indestructibles Patriots”, tres datos a destacar:

Ante la mejor defensa de la NFL, New England anotó 30 puntos, para llegar a cinco juegos consecutivos con al menos 30 puntos, la racha más larga de los Patriots desde 2011, cuando ligaron seis. El récord de la franquicia es de 13 partidos en fila con 30 o más puntos, entre 2010 y 2011.

El coach Bill Belichick llegó a 86 victorias ante rivales divisionales y ahora está a nueve de alcanzar las 95 que acumularon Dan Reeves (Denver, Giants y Atlanta) y Marty Schottenheimer (Cleveland, Kansas City, San Diego y Washington). Tom Landry, con los Cowboys, tuvo 101 triunfos divisionales, y Don Shula, 132 con Miami.

Rob Gronkowski terminó el juego ante los Jets con 11 recepciones y 108 yardas para llegar a 533 tras los seis primeros juegos de 2015. Gronkowski va camino a terminar la campaña con mil 421 yardas, cifra con la que rompería su propio récord -para un ala cerrada- de mil 327 en 2011. En esa temporada de 2011, ‘Gronk’ terminó los seis primeros partidos con 401 yardas. Hagan la cuenta.

Los nuevos Dolphins

Desde que Dan Campbell se hizo cargo como coach interino, los Dolphins se han transformado en una máquina de hacer puntos. Promedian 41 en dos semanas, en las que Ryan Tannehill tiene 6 pases de touchdown y sólo dos intercepciones.

Ayer, ante los Texans, Tannehill falló un solo pase: completó 18 de 19 para 282 yardas, con cuatro touchdowns, sin intercepciones y el rating más alto posible en la NFL, que es de 158.3 puntos.

Tannehill completó los primeros 18 pases del partido que, combinados con los últimos siete del juego ante Tennessee, impusieron una nueva marca de la NFL con 25 completos en fila, para romper el récord de 24 en poder de Donovan McNabb (2004).

Lamar Miller, quien había sido un fantasma en los cuatro primeros juegos de la temporada (53, 14, 38 y 26 yardas), suma 288 yardas por tierra en los dos juegos bajo el mando de Campbell, incluidas 175 ante Houston.

Tras los cuatro primeros partidos de la campaña, la ofensiva de los Dolphins promediaba 314.8 yardas. En los dos juegos más recientes, Miami ha totalizado 937 yardas, léase un promedio de 468.5.

Miami se enchufó justo a tiempo, porque el jueves visita Foxborough, donde los invictos Patriots les esperan con los brazos abiertos.

Tannehill ha sido capturado 16 veces en la campaña y la defensa de New England suma 21 capturas de quarterback, cuartos en la NFL en ese departamento.

Una mala noticia para esos Dolphins: Tom Brady ha ganado los últimos ocho juegos en casa ante Miami, incluido el 41-13 del 11 de diciembre de 2014.

Ah, no puedo esperar.

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