Cuando Tony Romo se fracturó la clavícula, hace tres semanas en Philadelphia, era predecible que Dallas no la pasaría bien, pero la realidad es que, después cinco semanas de NFL, los Cowboys son sólo un equipo del montón.
Son muchos los problemas que tiene que resolver el coach Jason Garrett. No, no es sólo la ausencia de Tony Romo y Dez Bryant.
El ataque terrestre sigue siendo anémico: ayer, Joseph Randle llevó el balón 15 veces y produjo 60 yardas, mientras Darren McFadden agregó insignificantes 16 yardas en cinco intentos. Es parte de una baja de juego de la que es considerada la mejor línea ofensiva de la NFL.
La defensiva recibió con los brazos abiertos a dos titulares: el ala defensiva Greg Hardy y el linebacker Rolando McClain.
Tom Brady fue capturado cinco veces en la primera mitad, incluidas una de Hardy y una más de McClain. En los dos primeros cuartos, los Patriots sólo sumaron 132 yardas, lo cual me lleva a otro de los problemas de los Cowboys: las segundas mitades.
Dallas ha sido superado 75-48 en las segundas mitades esta campaña, incluido un 51-28 en el cuarto periodo. En las derrotas ante Falcons (28-17) y Saints (10-7), los Cowboys se fueron al descanso con ventaja, para luego perderla en el cierre del partido.
Dallas también es uno de los peores equipos en cuanto a efectividad en tercer down, al convertir únicamente 18 de 55 oportunidades, léase el 32.7%, mientras los oponentes registran 41.9%.
Brandon Weeden (quien no jugó un mal partido en New Orleans; ese juego lo perdió la defensiva) no ha podido ganar ni uno de los 12 juegos en los que ha sido titular en la NFL y cada vez serán más voces las que pidan al menos una oportunidad para el veterano Matt Cassel, recién firmado por Jerry Jones.
Viene semana de descanso para los Cowboys y luego tres juegos clave en sus aspiraciones por volver a Playoffs: de visita contra Giants, y en casa ante Seattle y Philadelphia.
Si no ganan los tres, despídanlos con un beso…
Patriots, en otro nivel
¿Alguien duda de que los Patriots son el mejor equipo de la NFL en este momento?
El equipo del coach Bill Belichick está 4-0 por octava ocasión en la historia de la franquicia, y por primera vez desde 2013. Con Belichick, New England se pone 4-0 por cuarta ocasión; los Patriots también iniciaron 4-0 en 1964, 1974, 1997, 1999, 2004, 2007 y 2013 (llegaron al Super Bowl en 2004 y 2007).
Además, los Patriots son una máquina de puntos y no se les ve intenciones de ofrecer tregua, incluso cuando los juegos están definidos. En sus primeros cuatro juegos han anotado 149, con lo cual impusieron una nueva marca de la franquicia; la anterior era de 148, en poder del equipo de 2007, cuando New England terminó la campaña regular con récord de 16-0.
Por cierto, Tom Brady igualó a Peyton Manning y Fran Tarkenton como los únicos quarterbacks de la historia que han iniciado 4-0 al menos cuatro veces en su carrera.
Decepcionantes “contendientes”
Detroit (0-5) y Baltimore (1-4) se combinaron para 21 triunfos la campaña pasada; ambos jugaron Playoffs y se esperaba, otra vez, mucho de ellos en 2015, pero hasta el momento sólo han ganado un partido entre ambos.
Es tal el pobre nivel mostrado por Matthew Stafford, que el coach Jim Caldwell lo mandó a la banca en el tercer periodo de la derrota en casa ante Arizona.
Stafford ya había sufrido tres intercepciones, amén de otros tres fumbles que terminaron por hundir a Detroit, el único equipo de la liga que no ha ganado en 2015.
Los Lions poseen la peor ofensiva terrestre de la NFL, una que apenas produce 49 yardas por juego. Y su defensa, que la campaña pasada fue la segunda mejor de la liga y primera contra la carrera, ocupa la parte baja de la tabla y acepta 126.6 yardas terrestres por partido, cuando el año pasado sólo permitió 69.3.
Detroit extraña tanto a Ndamukong Suh como Ndamukong Suh extraña a Detroit.
En Baltimore, las lesiones han maltratado a los Ravens del coach John Harbaugh.
Tras perder a Terrell Suggs por toda la campaña, los Ravens vieron caer a su mejor receptor, Steve Smith Sr., al ala cerrada titular Crockett Gillmore, a los backs defensivos Lardarius Webb y Will Davis, y al linebacker Elvis Dumervil.
Con tantas bajas, su defensiva contra el pase (278.2 yardas por juego) ayer hizo ver a Josh McCown como un quarterback de élite: 36 de 51 para 457 yardas, con 2 touchdowns y rating de 111.3.
Nota: McCown se convirtió en el primer quarterback de los Browns con tres juegos consecutivos de 300 yardas y rompió la marca de 444 yardas en un partido, impuesta por Brian Sipe en octubre de 1981, curiosamente también ante Baltimore (OK, eran los Colts).
Saints (1-4) y Chiefs (1-4) son otros dos equipos de los que se esperaba mucho más este año. No clasificaron a Playoffs en 2014… y no clasificarán en 2015.
Para mala suerte de Kansas City, su estelar corredor, Jamaal Charles, aparentemente se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, lo cual lo dejaría fuera por el resto de la temporada.
Nueva joya del Fantasy
Es hora de comenzar a buscar a Gary Barnidge, ala cerrada de los Browns, hasta ayer desconocido. En Baltimore, Barnidge se destapó con ocho recepciones, 139 yardas y un touchdown.
Con la escasez de buenos alas cerradas en las ligas de Fantasy, la popularidad de Barnidge comenzará a subir como la espuma esta semana.