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Sin el quarterback Ben Roethlisberger, el corredor Le’Veon Bell —quien sumó 132 yardas totales el domingo ante los Rams (62 por tierra y 70 como receptor) y un touchdown— es ahora el hombre fuerte de la ofensiva de los Steelers.
El ‘Big Ben’ se lesionó el ligamento colateral medial de la rodilla izquierda y está fuera por tiempo indefinido, aunque se estima que se perderá de cuatro a seis semanas. Por ello los Steelers tendrán que seguir su camino con el veterano Michael Vick como quarterback, a quien firmaron esta campaña.
Vick tiene récord de 59-50-1 como titular, pero está sólo 6-13 en sus más recientes 19 salidas (desde 2012), con Eagles y Jets.
El domingo, Vick completó 5 de 6 pases para 38 yardas y lejos están los días en los que era peligroso no sólo como pasador, sino también como corredor en campo abierto. Para eso está Bell.
Enfrente estarán los Ravens, que sorpresivamente se encuentran con marca de 0-3 por primera vez en la historia de la franquicia.
Es el partido que podría salvar la campaña de los Ravens, que han clasificado a Playoffs en seis de las últimas siete campañas.
Pero sólo cinco equipos pudieron avanzar a la postemporada después de iniciar 0-3, y ninguno desde 1998, cuando lo hizo Bills de Buffalo.
¿Una derrota en Pittsburgh y comenzar 0-4? No serían buenas noticias para los Ravens, pues desde 1970 un total de 135 equipos han comenzado campaña con marca de 0-4 y sólo uno jugó Playoffs: los Chargers de San Diego, en 1992.
Las tres derrotas de Baltimore fueron por 14 puntos combinados. Joe Flacco tiene 4 pases de touchdown, pero también 4 intercepciones; el ataque terrestre apenas promedia 72.7 yardas por juego (27 de la NFL) y la defensa contra el pase acepta 291 yardas por partido (29 de la liga). En una palabra: irreconocibles.
Baltimore ha ganado seis de los 10 duelos más recientes entre Ravens y Steelers, considerada la mejor rivalidad de la NFL en estos días. Está prohibido perder para continuar el camino a los Playoffs.
