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Si dentro de los aficionados de los Buffaloes de Colorado existía alguien que no conocía a Diego González, el sábado pasado en el clásico del estado contra los Rams de Colorado State, se aprendió su nombre y mucho más del pateador regiomontano, quien acertó un gol de campo de 32 yardas con el que su equipo se impuso en series de tiempos extras 27-24.

Una patada que provocó emociones contrarias como ha sido la primera temporada de Diego como titular.

“Me siento muy feliz por lo que hice en el partido contra Colorado State, había arrancado muy bien la temporada al acertar cinco de cinco intentos y luego tuve un bajón porque me bloquearon un gol de campo y luego fallé otro, pero la vida es de segundas oportunidades y yo tuve otra que aproveché para dar el triunfo”, sostuvo González, quien está en su último año de la carrera de gestión de negocios y economía.

Una temporada inelegible por cuestiones de reglamento de la NCAA, más la lesión que sufrió el año pasado habían privado al mexicano de competir por el puesto titular, que durante el verano pasado obtuvo gracias a la preparación que hizo en pretemporada.

“Hice el mejor campamento de los que llevo hasta ahora. Logré dos goles de campo de 57 yardas, que yo creo que ayudaron para que mis entrenadores se decidieran por mí”, comentó Diego, quien en una práctica en Monterrey acertó un intento de casi 70 yardas, aunque con viento a favor.

Fue precisamente en su ciudad natal, donde los scouts de Colorado, luego de algunas sesiones que tuvo, lo buscaron para ofrecerle la beca que desde que jugaba en los Borregos de la Prepa Tec buscó.

Con actuaciones como la del sábado pasado, Diego ve hacia el futuro en el cual vislumbra NFL.

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