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edgar.luna@eluniversal.com.mx
Todo empezó allá en Ciudad Neza, en la colonia Metropolitana durante los 70. Barrio bravo donde luchar por sobrevivir es la actividad más importante todos los días del año.
En esos tiempos, y en los de ahora, el futbol no sólo era distracción, sino un juego para escapar de la dura realidad. Para muchos niños era, y es, la manera de salir de los campos sin empastar y soñar con llegar hasta lugares que ni siquiera conocen.
Como Milanello, el centro deportivo donde surgen las leyendas de un club llamado AC Milán, en Italia. Hasta allá llegó un joven surgido de la Metropolitana, llamado Pedro Pineda, el primer futbolista mexicano que fue fichado por un equipo italiano.
Pedro vivió el sueño y aunque nunca llegó a debutar en el futbol europeo, logró hacer una larga carrera en la Primera División de México. Ahora retirado, lejos de los reflectores, ha vuelto al origen, a las canchas humildes, pero ya no para jugar, sino para buscar en los chicos de ahora el brillo en los ojos que él tenía antes.
“Hay un deportivo en Neza, el Deportivo Cascada, y desde que tengo memoria jugaba ahí... Tres juegos el sábado, tres el domingo. Ahí me ofrecieron en un equipo de Tercera, el Halcones Neza. Así comenzó todo”, recuerda, en entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL.
El balón se volvió su cómplice, los porteros sus enemigos y las redes su objetivo. Pedro se convirtió en lo que había soñado ser: un goleador. “Me reclutaron para la Selección Sub-20. Fui al Premundial de la Concacaf, calificamos a la Copa del Mundo de Portugal y salí campeón goleador”.
El mundo entraba a la década de los 90, y él lo tenía a sus pies.
Guadalajara lo tenía apalabrado, pero el Milán estaba tras de él. Se fue a Italia, mas ese equipo de leyendas no le dio oportunidad de jugar. El joven regresó a México. “Imagínate lo que era estar en ese equipo. Lo dirigía Fabio Capello [mítico entrenador italiano]. Me rozaba con figuras como Franco Baresi, Paolo Maldini, Alessandro Costacurta y los holandeses [Frank] Rijkaard, [Ruud] Gullit y Marco van Basten. Estuve ahí poco tiempo, sólo entrenaba”, lamenta.
En su mente queda la humildad de Roberto Donadoni, todo un consagrado en el conjunto Rossonero, “que todos los días pasaba por mí al hotel. Él se desviaba para llevarme. Me contaba muchas anécdotas”.
Volvió al futbol mexicano para debutar con Chivas y ahí se dio cuenta de que el futbol no se trata sólo de lo que pasa en el rectángulo verde. “Guillermo Lara era mi promotor, pero hubo malos manejos. No sé si él o de alguien más... El Milán me mandó a jugar al Guadalajara a préstamo, pero... ¡No había quién me pagara! No sabía si tenía que hacerlo Chivas o Milán. Lara me decía que no había recursos”.
El regreso a Europa ya no fue alegre, estaba lleno de incertidumbre. En ese momento, una llamada le llegó de allá arriba, del América. “Me contacta Panchito Hernández [eterno vicepresidente de las Águilas] y me pregunta cuál era mi situación. Al saber todo lo que sucedía, me dijo: ‘¿No tienes la ilusión de venir al América?’ y me emocioné. Yo siempre le fui al América y en dos semanas, el Milán me soltó y firmé con el América por tres años”.
Así comenzó su andar por el futbol mexicano, por 11 equipos, en donde vivió de todo. Como lo que pasó en Necaxa: “Fui centro delantero titular toda la temporada (1997-98), líder de goleo del equipo, llegamos a la final, y le dieron mi lugar a Carlos Hermosillo. Se me hizo muy injusto lo que hizo Raúl Arias [director técnico]. Me di cuenta que había manejos raros... Se lo dije al mismo Raúl”.
Pasó también por Monterrey, Cruz Azul, Atlante, Toros Neza, hasta que llegó el adiós. En 2004 decidió colgar los botines. ”Estaba en Puebla, el técnico era Mario Carrillo, pero no me dejó jugar. Además la directiva [encabezada por Francisco Bernat] era muy incumplida, nos daba cheques sin fondos”.
Pedro Pineda se fue del futbol, dice, con metas cumplidas. “Sólo me quedé con la cosquillita de jugar en la [Selección] mayor. Estaba en Toros Neza como líder de goleo y Manuel Lapuente [técnico naconal], no me llamó. Quizá fue por una declaración que hice, que no le gustó, sólo él lo sabe, pero entiendo muchas cosas del futbol, hay muchos intereses que a veces no te dejan brillar”.