Luego de sobreponerse a obstáculos como la discriminación y el machismo, la boxeadora mexicana Mariana Juárez demostró su calidad sobre el ring y está a un triunfo de ganar su tercer título del mundo.
De visita en esta ciudad, donde acudió por la noche a presenciar la pelea de su hermana Lourdes Juárez ante la local Karina “Bella” Fernández, la “Barby” habló ante decenas de mujeres, madres de familia y deportistas, para motivarlas.
“Me ha tocado convencer a aficionados, boxeadores y promotores. Sufrí discriminación incluso fuera de México, pero todo esfuerzo y sacrificio tiene su recompensa, me ha funcionado mucho estar cerca de Dios y hacer oídos sordos de críticas malintencionadas”, dijo.
En la plática ofrecida tras la invitación del Instituto Municipal del Deporte y Cultura Física de Ciudad Juárez y del Instituto Municipal de la Mujer, la también llamada “Reina de reinas” recordó su complicado inicio en el deporte de los puños.
Aunque reconoció que su necedad la llevó al éxito. “Algunas veces me golpearon para que no volviera al gimnasio, con mala intención, pero soy muy necia; al inicio lo hacía por demostrar que podía, pese a que todo mundo me dijera que no y aquí sigo”, comentó.
Esa tenacidad la llevó a ser considerada una de las máximas representantes del boxeo femenil mexicano y está a un paso de hacer historia, pues el próximo 1 de abril en el Zócalo de la Ciudad de México retará a la campeona gallo del CMB, la africana Catherine Phiri.
La púgil aprovechó para desta-
car el alcance de la mujer en todos los niveles del deporte, “estamos haciendo buenos papeles, no sólo en
el boxeo”.
En espera de que el próximo fin de semana se convierta en campeona absoluta gallo del CMB, dedicará su actuación a la gente que, “al igual que yo, no se da por vencida”.