Floyd Mayweather Jr. quiso ver pelear a un viejo rival, y Manny Pacquiao trató de ofrecerle una buena exhibición.

Con Mayweather observado desde un asiento a un costado del tinglado, Pacquiao derribó a Jessie Vargas en el segundo asalto rumbo a una aplastante victoria el sábado que le permitió arrebatarle al púgil de origen mexicano el título welter de la Organización Mundial de Boxeo.

Pacquiao arrasó en las tres tarjetas: 118-109, 118-109 y 114-113. The Associated Press registró 119-109.

"Nada mal", dijo Mayweather sobre la actuación de Pacquiao.

El filipino mostró su mejor versión por ciertos pasajes, aunque no pudo noquear a Vargas como buscaba con desesperación.

La presencia de Mayweather agitó la posibilidad de una segunda pelea entre los boxeadores que se midieron el año pasado en la pelea más rica en la historia.

Eso por supuesto depende de que Mayweather salga de su retiro y Pacquiao esté en condiciones de pelear mientras atiende sus responsabilidades como senador en Filipinas.

"Yo lo invité", dijo Pacquiao. "Ya veremos", añadió sobre si los dos protagonizarán una segunda pelea.

Mayweather no respondió las preguntas de los reporteros en ringside sobre un posible regreso al cuadrilátero.

"Vine para traer a mi hija a ver las peleas", declaró Mayweather con su hija sentada a su lado.

Poco antes de que la campana marcara el inicio del combate, Pacquiao sonrió y saludó con el puño a Mayweather.

Después, el filipino salió con agresividad e intentó arrollar a Vargas para terminar rápido la pelea.

Sin embargo, Pacquiao, que no ha noqueado a un oponente en siete años, fue incapaz de ganar pronto a Vargas, quien tiene menos edad, mayor estatura y era el púgil local.

"Pelear contra Manny Pacquiao es como jugar una rauda partida de ajedrez que se disputa", dijo Vargas. "Hay que estar alerta en todo momento, muchos golpes que te llueven. Estuvo muy rápido y muy acertado".

Pacquiao, que escenificó su 22da pelea de campeonato en su carrera profesional que se remonta a 1995, entrenó durante las noches en Filipinas en las semanas previas al combate para atender sus responsabilidades diurnas como nuevo senador electo.

Con el Senado de su país fuera de sesión, Pacquiao regresó a un lugar más familiar, la arena de la UNLV, donde 16.132 personas vieron su pelea contra Vargas. El combate fue apenas el segundo de campeonato de Vargas.

Pacquiao, quien ganó según versiones 100 millones de dólares cuando peleó contra Mayweather en la pelea con la mayor bolsa en la historia, tuvo garantizado un ingreso de cuatro millones de dólares más un porcentaje de los ingresos. Vargas recibió 2,8 millones de dólares.

hgm

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