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ariel.velazquez@eluniversal.com.mx
Con poco más de cinco años dentro de los encordados de paga, la etiqueta de prospecto caducó para el mexicano Gilberto ‘Zurdo’ Ramírez, quien mañana por la noche tendrá la primera oportunidad en su carrera por un título mundial, cuando enfrente al campeón supermediano de la OMB, Arthur Abraham.
Ramírez actuará en la velada que marcará el adiós de Manny Pacquiao, pero el mazatleco quiere robarse el show y de pasó la corona de su rival.
“Siento que llegó mi momento. He alcanzado una madurez como boxeador que me permite pelear por un campeonato y no quiero desaprovechar la oportunidad”, externó Gilberto Ramírez, quien marcha con paso perfecto en 33 pleitos que ha sostenido, con 24 nocauts.
El pugilista sinaloense aspira a convertirse en el campeón mexicano más pesado de la historia, sólo por debajo de Julio César González, quien en 2003 le arrebató el fajín crucero de la Organización Mundial de Boxeo al alemán Dariusz Michalczewski.
“Sé que supermediano no es una categoría muy común entre los boxeadores mexicanos, pero yo no soy un peleador común, soy alguien que se ha preparado para ser campeón del mundo donde sea”, comentó el ‘Zurdo’.
Las últimas siete peleas que ha realizado Gilberto han sido en Estados Unidos, una cuestión que no le preocupa al mazatleco, pues sostiene que los aficionados mexicanos lo pueden ver gracias a la ventana que significa actuar del otro lado del Río Bravo.
“La verdad es que siento que no he perdido afición por pelear tanto en Estados Unidos. La gente de México me conoce y sabe de lo que soy capaz, espero recobrar su confianza con el campeonato”.
Ramírez sabe que su pelea ante Abraham, que tiene una marca de 44-4 con 29 nocauts, será muy difícil, por lo que el mexicano confió en que su hambre de título será mayor a las cualidades del armenio naturalizado alemán.
“Por algo es el campeón, si fuera fácil muchos serían campeones del mundo. Espero una pelea complicada en la que los dos vamos a recibir muchos golpes, pero tengo hambre de ser campeón desde hace cuatro años”.
Abraham lleva ocho peleas sin perder, pues su último descalabro sucedió en 2013, cuando fue despojado de su corona por el alemán Robert Stieglitz.