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En 1999 el tijuanense Érik ‘El Terrible’ Morales asumió el rostro del boxeo mexicano al defender en cuatro ocasiones el título supergallo del Consejo Mundial de Boxeo. En aquella época, Óscar Valdez tenía nueve años y crecía en su natal Nogales viendo las peleas de su ídolo y soñando con el día en convertirse en campeón mundial.
Esa fecha está cerca para Valdez, quien en 2016 espera la oportunidad de desnudarse del calificativo de promesa del boxeo mexicano y mostrarse como una realidad.
“Desde los nueve años sueño con ser campeón del mundo, pero presiento que será en 2016. Siento que he madurado físicamente, mentalmente y voy hacer el más feliz del mundo cuando me convierta en campeón y prometo no dejar de intentarlo hasta conseguirlo”, advirtió el sonorense.
Durante tres años, a Óscar no le incomodó ser considerado como el mayor prospecto del pugilismo nacional y uno de los más grandes a nivel internacional, pero ya considera que es tiempo subir un escalón más en el sector profesional para algún día alcanzar los terrenos de Morales, Marco Barrera, Julio César Chávez y otros peleadores con los que creció viendo sus hazañas.
“Sé lo que soy capaz de ser y me falta demostrarlo. Quiero estar a lado de nombres grandes del boxeo como Érik Morales, Juan Manuel Márquez, Marco Barrera. México es tierra de campeones y hay muchos que a lo largo de los años han dado brillo y peleadores que ahora están en los primeros sitios Yo quiero pertenecer a ese renglón, quiero que se mencione mi nombre con ellos.
El ex campeón mundial pluma, Evgeny Gradovich, mejor conocido como ‘El Ruso mexicano’ es el primer reto para Valdez este año y a quien considera su rival más complicado desde que debutó en 2012.
“Esta es la pelea seria y de nivel que mucha gente alrededor mío y yo pedía. Él [Gradovich], es un peleador de choque y que le gusta ir hacia adelante”, dijo Valdez.
Pero a quien realmente apunta sus batería el sinaloense es con Leo Santa Cruz, campeón pluma del CMB y un mexicano con el que podría tener una pelea con alta carga de dinamita.
“Con Leo Santa Cruz sería una pelea que la gente le gustaría ver. Yo lo admiro como a todos los boxeadores. Es una pelea entre mexicanos y eso casi siempre garantiza buenos pleitos. La gente no sabe pero yo hice sparring en una ocasión con Santa Cruz y la verdad es que los dos nos metimos bien los manos. No le tengo miedo a nadie”.
Así como no le teme enfrentar algún peleador, Valdez tampoco le causa pánico o se pone nervioso por perder su condición de invicto.
“Mi invicto va caer cuando me enfrente a un boxeador mejor que yo. De verdad que no le tengo miedo a ningún peleador y no le voy a dar la vuelta a ninguno por cuidar mi récord, quiero enfrentarme a los mejores y sé que puedo perder.
A diferencia de la mayoría de los peleadores mexicanos, el olímpico en Beijing 2008 y Londres 2012 no se considera un pugilista con gran pegada, si no alguien inteligente y con mucha rapidez para vencer y tal vez noquear.
“Yo nunca me subo para tratar de noquear rivales, al contrario, voy concentrado para pelear todos los rounds que estén pactados. Yo no me considero un pelador con pegada como muchos de los mexicano, más bien soy un boxeador inteligente y con mucha velocidad. Muchas veces los golpes de más peligrosos son los que no se ven y no los de poder”, finalizó Óscar Valdez.