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ariel.velazquez@eluniversal.com.mx
Dentro de todo, el globo que Conor McGregor se ha encargado de inflar con acusaciones, insultos, auto alabanzas, lo sitúa como uno de los mayores provocadores de la UFC.
“Predecir el futuro” es otra de sus cualidades. Se vio campeón desde 2008. Mañana, el irlandés tendrá la oportunidad que tanto anhela, cuando suba al octágono para enfrentarse con el brasileño José Aldo por el título pluma.
“Mi sueño es ser campeón del mundo de la UFC, tener más dinero que ningún otro peleador y gobernar las artes marciales mixtas”, garantizó McGregor en un video que se filmó hace siete años, cuando su carrera como peleador profesional rendía sus primeros frutos.
Aunque su premonición se encuentra a un solo triunfo, lo tendrá que conseguir sobre Aldo, peleador con un prolongado reinado que incluye más de siete defensas de su corona. El sudamericano es, hasta ahora, el único campeón de las 145 libras desde que emergió la UFC.
“No me importa las veces que ha defendido su campeonato, no vengo a realizar un trabajo de historiador. Esta pelea se decidirá por el primer round, cualquier cosa más allá de eso, será una mera formalidad. Simplemente no lo veo responder a la campana para el segundo round. No puedo ver su cara o su cuerpo en el comienzo del segundo episodio, simplemente lo terminaré rápido”, declaró el luchador, que tiene marca de 18-2.
McGregor es un hombre que disfruta de sus amenazas, pero más ama respaldar sus palabras con sus golpes sobre el octágono.
Pero la clarividencia del irlandés, que afirma dormirá a su oponente en el primer asalto, esta vez podría ser simplemente un augurio fallido, porque nadie ha noqueado a Aldo en su carrera, de hecho el gladiador amazónico no es derrotado desde hace una década.