ariel.velazquez@eluniversal.com.mx

La conformación de la selección mexicana de beisbol, tiene influencia de los Cubs de Chicago, campeones de MLB.

Cuando su etapa como jugador se extinguía, Édgar González tuvo la oportunidad en 2013 de ser coach de ligas menores en el sistema de los Cubs. En una junta con Theo Epstein, gerente de operaciones de la organización de Chicago, el mexicano aprendió a evaluar de una manera diferente.

Édgar vio y escuchó cómo la oficina de los Cubs no aplaudía ninguna de las virtudes de sus peloteros, sino que se centraba en los defectos de cada uno de los hombres que conformaban el roster de 40.

“Sentado con Theo Epstein y Jed Hoyer [vicepresidente de Cubs], ellos ponían en la pantalla el nombre de un jugador y sus estadísticas. Luego hacían lo mismo con la foto del pelotero. Criticaban todo, nos pedían no hablar de lo bueno sino criticar lo que hacía cada jugador en el campo y también en su personalidad”, declaró González.

Epstein fue quien ideó a los Cubs que en noviembre pasado, rompieron un ayuno de 108 años sin ser campeones.

El mexicano entendió que lo que Epstein buscaba, era prepararse para cualquier situación y eventualidad en un encuentro.

“La gerencia de los Cubs se preparó por tres años para el momento de estar en la Serie Mundial. Ahí me aprendí eso. Para mi fue muy inteligente la manera en la que se estaba conformando. Todos por muy buenos jugadores que sean, tienen debilidades y hay que protegernos contra esas debilidades”.

De esa manera, González con su grupo de trabajo se sentó con estadísticas en mano a delinear los 28 peloteros que acudirán al próximo Clásico Mundial de Beisbol a celebrarse en Guadalajara del 9 al 13 de marzo próximos.

“Yo sé que mi hermano Adrián [González], es un tremendo pelotero, pero es lento. Y eso lo tengo que evaluar para tenerlo claro ante cualquier situación. Si saco Adrián, quien puede jugar primera. Todos esos detalles los tuve en mente para hacer mi equipo y protegerme ante cualquier situación”.

Édgar González recordó que hace cuatro años, él no era el hombre indicado para defender el jardín izquierdo. Un elevado que dejó caer contra Italia, le costó a México su primer triunfo en ese Clásico Mundial y la eventual clasificación a segunda ronda.

“Yo fui infield toda mi vida, como jardinero jugué 17 encuentros en toda mi carrera en Grandes Ligas. Podría jugar la posición pero no era el indicado cuando el viento soplaba en contra. Yo ya había conformado el roster con tres jardineros, pero me pregunté ¿qué pasa si sucede lo que a mí hace cuatro años? Entonces de esa manera preferí llevar otro y que no sucediera lo de hace cuatro años cuando no había un cambio para mí”, externó González.

Con esa experiencia, el timonel mexicano lleva a la práctica lo que aprendió con Epstein y Hoyer y lo involucró en su forma de dirigir. En un futuro, Édgar González se ve al frente de un equipo de MLB.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses