Cleveland.— Chuck Logan había escuchado al respecto durante años de parte de su padre. Bill Sianis la conoce desde la cuna. Y Lennie Merullo estuvo presente el día que sucedió, y la experimentó el resto de su vida.

Se trata de la “Maldición de la cabra”, la historia del dueño de una taberna de Chicago que supuestamente maldijo a los Cubs después que el equipo le prohibió entrar con su mascota —una cabra llamada Murphy— al estadio Wrigley Field durante la Serie Mundial de 1945, a pesar de que el animal tenía un boleto.

Los recuerdos de los tres hombres están relacionados con un evento real, que se ha convertido en toda una leyenda de folclor que perduró durante décadas, hasta que los Cubs regresaron esta temporada a la Serie Mundial, por primera vez en 71 años.

Hasta ayer, la leyenda de la maldición estaba grabada en el corazón de los fanáticos del equipo con la sequía más larga de campeonatos en todo el deporte estadounidense: 108 años.

La historia comienza con Logan. Su padre era un acomodador en Wrigley Field, y durante años le contó a su hijo que había negado la entrada al dueño de una taberna, llamado William Sianis, para el cuarto partido de la Serie Mundial de 1945.

Unos años después que su padre murió, un primo de Logan vio una fotografía de un periódico de un solo acomodador parado entre William Sianis y la cabra Murphy frente a un torniquete, y lo llamó para decirle que creía que se trataba de su padre.

La foto desencadenó la historia popular sobre la maldición: Sianis, que esperaba darle suerte a los Cubs en la serie contra los Tigers, llegó al partido con Murphy. La famosa cabra estaba cubierta por una manta con las palabras We Got Detroit’s Goat.

La historia sobre el acomodador es lo que Logan le contó a Lennie Merullo, el último sobreviviente del plantel de los Cubs de 1945, cuando Merullo, entonces de 97 años, regresó a Wrigley para festejar los 100 años de vida del estadio en 2014.

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