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Aquel domingo 19 de diciembre de 2010, se construyó en las oficinas de los Royals de Kansas City el campeonato de Serie Mundial que el domingo pasado se empezó a festejar en la ciudad.

Muchos de los aficionados que hoy están orgullosos de su organización, no entendieron hace cinco años que el canje de su pitcher estelar Zack Greinke, era el ingrediente clave para desarrollar la fórmula del éxito.

Greinke, quien en 2011 percibió 13 millones de dólares, fue enviado a Milwaukee por los prospectos, el short stop Alcides Escobar, el jardinero central Lorenzo Cain y el pitcher Jake Odorizzi.

Con sueldos de menos de 500 mil dólares cada uno, Escobar se logró posicionar en el cuadro de Kansas City, mientras que Cain apenas partició en seis juegos, pero sembraron la semilla que hoy los tiene como parte de los peloteros más queridos en la ciudad.

Hoy Alcides y Lorenzo Cain no ganan más de siete millones de dólares juntos, en cambio Greinke cobró 25 millones con Dodgers, números que se alejan, como lo lejos que por ahora ha estado el pitcher estadounidense en lanzar en una Serie Mundial.

Además de los frutos que ya se cosecharon en Kanas City, el futuro para el conjunto es alentador pues lograron mejorar su sistema de granjas y ahora se ubican dentro de los 15 mejores en talento juvenil, uno de ellos el dominicano Raúl Mondesí, que se convirtió en el primer jugador en debutar en Grandes Ligas, en una Serie Mundial.

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