Nunca antes el mote del ‘Equipo del destino’ embonó tan bien para los Royals de Kansas City que ayer se pusieron el traje de campeón al doblegar 7-2 a los Mets de Nueva York y con ello conseguir su segundo anillo de Serie Mundial en el quinto compromiso que se extendió a 12 innings.
Los Royals a lo largo de la postemporada se encargaron de homenajear al recién fallecido Yogi Berra, con el refrán de “esto no se acaba hasta que se acaba” y volvieron a venir de atrás pasando el séptimo rollo para superar a los Mets que tuvieron una sólida actuación de su abridor Matt Harvey, pero que resultó insuficiente ante el hambre de campeón de un conjunto que no conseguía anillo de ‘Clásico de Otoño’ desde 1985.
Los pistones ofensivos de los Royals durante todos los Playoffs lucieron a partir del séptimo rollo, superando a cada rival en carreras, durante todo su recorrido: Astros 12-5, Blue Jays 24-5 y Mets 15-1.
Las mieles de la victoria se dieron en un jugoso rally de cinco anotaciones en la parte alta del duodécimo inning que comenzó con sencillo al jardín izquierdo de Christian Colón, que mandó al plato al veloz Jarrod Dyson con la carrera del despegue que congeló a los neoyorquinos que se esperanzaron en su ‘Batman’ Matt Harvey para extender a un sexto compromiso que no llegó, como les sucedió en la Serie Mundial del 2000 cuando perdieron a manos de los Yankees.
Cuando faltaban tres outs para que la cortina se bajara con triunfo de los Mets, la pesadilla comenzó para sus aficionados que vieron como un batazo de Salvador Pérez, mandó a extra innings un juego, que parecía seguro. El cerrador Jeurys Familia sufrió su tercer desperdicio de triunfo.
Para la historia quedará el triunfo del derecho Luke Hochevar en labor de dos entradas sin daño.
Kansas City termina con una sequía de 30 años.