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Guadalajara.— El Guadalajara apeló a los penaltis para quedarse con el trofeo del “Duelo de Gigantes”. Sólo así pudo vencer a Boca Juniors en el duelo amistoso (1-1 en tiempo regular, 5-3 desde los 11 pasos). Los argentinos, en el trámite del juego, fueron superiores.
Partido que generó más expectación en la directiva del Guadalajara que en la afición al equipo rojiblanco. El estadio Chivas mostró una entrada floja, comparable con los duelos grises que suele proporcionar la Copa MX.
En el recinto se habían preparado mosaicos, mas la escasa asistencia los malogró. En cambio, hubo fuegos artificiales y estruendos en las tribunas semivacías. Predominó más el tono rojo de los asientos, que las playeras de los fans al Rebaño Sagrado que desdeñaron el evento.
Ya en el terreno de juego, Boca fue mejor durante los primeros 45 minutos. Dio una cátedra a los demás equipos de la Liga MX de cómo evidenciar las fallas defensivas y la pobre marca en ataque de los tapatíos. Cuando los xeneizes robaron el balón, siempre encontraron mal paradas a las Chivas.
La movilidad de Ricardo Centurión, Walter Bou y Fernando Zuqui resquebrajó con facilidad la zaga del Guadalajara, que encabezó Jair Pereira. Ataque argentino que completó Fernando Gago, quien movía los hilos de su equipo y se atrevió a enviar disparos de larga distancia.
El arsenal boquense hizo figura en la primera mitad a Rodolfo Cota, quien tuvo que lanzarse en varias ocasiones para evitar la caída de su portería. Chivas intentaba más con los toques de balón.
Sin embargo, Javier López, el armador del conjunto mexicano, no lograba conectarse con Alan Pulido ni Ángel Zaldívar. Este último tuvo la más clara para el Chiverío, pero desperdició un centro que lo dejó para definir solo.
En la segunda mitad se suscitó la calentura, opuesta al carácter amistoso del llamado “Duelo de Gigantes”. Una barrida del jugador de Boca, Pablo Javier Pérez, fue directo a la tibia de Edwin Hernández. El elemento de las Chivas, al reconocer la mala intención de la falta, encaró al argentino, lo empujó y provocó un conato de bronca que no tuvo a mayores secuelas.
Walter Bou rompió la defensa rojiblanca, luego de un magistral servicio de Fernando Gago, y que pudo rematar para vencer a Rodolfo Cota (67’).
Alan Pulido rescató a los locales para poner el empate. El ariete de los tapatíos aprovechó un mal rechace de la zaga de Boca para poner su disparo abajo y pegado al poste. La igualada mandó a penaltis. Ahí, el Guadalajara fue el gigante en su casa, que lució semivacía, con una indigna entrada para un encuentro de clubes legendarios.