Efectivos de las fuerzas de seguridad que actuarán durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro realizaron hoy un simulacro de atentado terrorista en el barrio Deodoro, en el oeste de la ciudad, donde tendrán lugar competencias de siete modalidades olímpicas.
Según informó la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Río a través de su cuenta en Twitter, el simulacro se realizó en la estación de trenes de Deodoro. El objetivo de la acción fue probar la capacidad de los agentes de neutralizar amenazas, realizar una inspección minuciosa en caso de ataque, aislar la estación y atender a eventuales víctimas.
Entre otras situaciones, se simularon una explosión de una bomba colocada dentro de una mochila abandonada junto a las vías del tren, intensos tiroteos y persecución a sospechosos de terrorismo.
Voluntarios que trabajarán durante el evento deportivo cumplieron el rol de pasajeros heridos y fueron trasladados a la plataforma de la estación para recibir los primeros auxilios.
Participaron en el simulacro 500 personas, entre ellas militares de las Fuerzas Armadas, agentes de las policías federal, militarizada y civil, bomberos y guardias municipales, y profesionales de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) y la Secretaría Extraordinaria de Seguridad para Grandes Eventos del Ministerio de Justicia.
Se trató del "mayor ejercicio integrado de enfrentamiento a amenazas", precisó la gobernación de Río.
El ejercicio fue monitoreado en tiempo real desde el Centro Integrado de Comando, en el que trabajarán durante los Juegos agentes de inteligencia de 106 países.
En el barrio de Deodoro se ubican las instalaciones olímpicas Arena de la Juventud, Centro Acuático de Pentatlón Moderno, Estadio de Deodoro y los centros olímpicos de Tiro, Hockey e Hipismo.
También están en ese suburbio de clase media el Centro Olímpico de BMX, el Centro de Mountain Bike y el Estadio de Canotaje Slalom.
El operativo de seguridad que será implementado durante los primeros Juegos Olímpicos que se realizan en Sudamérica será
reforzado a partir del atentado terrorista ocurrido el jueves en Niza, donde un hombre pasó por encima de una multitud con un camión y dejó 84 muertos y 303 heridos.
Las autoridades brasileñas informaron el viernes que todo el dispositivo de seguridad pasará por una revisión y advirtieron que la población se verá afectada a causa de la mayor rigurosidad de las medidas de precaución que se aplicará durante la cita, que comienza el 5 de agosto.