La antorcha olímpica terminó hoy su recorrido por Grecia tras una ceremonia en el estadio Panathinaicó en la que le fue entregada a Brasil, país anfitrión de los Juegos de Río 2016, cuando quedan 100 días para la ceremonia de apertura.
El acto, que escenificó el hermanamiento entre el pueblo griego y el brasileño, este último representado por un pequeño y colorido grupo en las gradas del estadio, comenzó con los dos himnos nacionales sonando ante las personalidades presentes, entre las que estuvo el presidente heleno, Prokopis Pavlópulos.
El cantante superventas heleno Sakis Rouvás fue el maestro de ceremonias de un acto en el que tuvieron lugar varios números musicales, incluidos grupos de danza brasileña y griega que pusieron en escena bailes folclóricos de ambos países.
El estadio Panathinaicó en Atenas fue la sede, en 1896, de los primeros Juegos Olímpicos modernos, de los que se cumplen ahora 120 años.
Antes de comenzar su recorrido de tres meses por Brasil el próximo 3 de mayo, la antorcha olímpica hará una parada en Suiza, donde visitará la sede de la Organizaciones de las Naciones Unidas en Ginebra y el Museo Olímpico de Lausana.
Al igual que en la ceremonia de encendido de la llama en la antigua ciudad de Olimpia, la de entrega otorgó gran protagonismo al papel de las jóvenes sacerdotisas vestidas con trajes tradicionales, que bailaron una coreografía ancestral que terminó con el encendido de la antorcha en el pebetero por mano de la suma sacerdotisa y la posterior entrega de la misma a los responsables brasileños.
Tras la ceremonia y durante toda la noche, el estadio Panathinaicó estará iluminado con focos verdes y amarillos, colores de la bandera brasileña, ofrecidos por el gobierno de Brasil para despertar el interés del público por Río 2016.
Estos Juegos Olímpicos de verano son los primeros que se celebran en Sudámerica, y darán comienzo el 5 de agosto con la ceremonia de apertura en el estadio de Maracaná.