Fórmula E seduce a joven afición

La Fórmula E podrá tener debilidades en cuanto a al rugido de los motores, pero en la primera carrera que se disputó en México, logró seducir a la generación bautizada como millennials.

Rostros jóvenes fueron los que predominaron en las tribunas del Autódromo Hermanos Rodríguez. La nueva generación de aficionados al deporte motor, se acercaron al ePrix, por la forma ‘sexy’ en que la categoría eléctrica ha establecido su producto.

Antes durante y después de la carrera, el público que asistió al ePrix pudo disfrutar de música en vivo y diversas atracciones que complementaron un día de carrera y sol.

“Creo que la competencia fue emocionante. La hora que duró la carrera fue muy divertida”, sostuvo Carlos López, aficionado de 17 años que viajó desde Tampico.

En esta categoría multimarca, en la que los constructores de competencia participan en el desarrollo, no hay rugidos ni olores a combustible. El personal de los equipos se desplaza por el paddock en bicicletas, motocicletas eléctricas, característica que también tienen los autos guía.

“Es importante que el automovilismo evolucione y creo que la Fórmula E lo logró al establecer su categoría con autos eléctricos. La ecología es un tema que a los jóvenes nos importa”, dijo Carla Zúñiga, quien fue acompañada por su padre a la carrera.

Antes del inicio del ePrix, el jefe de gobierno de la ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, bajó a la pista para ver de cerca los monoplazas y convivir con algunos pilotos. Mancera fue abucheado por gran parte de la gente que estuvo en la tribuna principal.

Cuestionado al final de la carrera por la manifestación del público, Mancera desmereció el acto del público.

“Nosotros estamos disfrutando de lo mismo, de la participación de las familias, lo que hemos vivido hoy vale la pena, hay que continuar trabajando con la gente y seguir trayéndole más eventos como estos”, declaró el funcionario.

Al igual que en la Fórmula Uno, el podio fue un espectáculo para los pilotos que terminaron en los tres primeros lugares, pues sintieron el arropo de miles de personas que bajaron de las tribunas del Foro Sol, para crear una atmósfera parecida a la que viven los grupos de rock.