Torreón.— La sombra de Oswaldo Sánchez sigue en la portería del Santos Laguna. En el ambiente permanecen sus atajadas y los títulos que alzó como guardameta guerrero. Agustín Marchesín no llegó para hacerlo olvidar, no busca eso. “Es imposible”, asegura de manera tajante el argentino.

El portero sudamericano se convirtió en una revelación. Tiene parte de la responsabilidad de que los laguneros hayan llegado a la final. Le sacó goles cantados a Tigres y al Guadalajara, para ayudar a su equipo a disputar la serie por el título ante Querétaro.

Poco a poco ha combatido la nostalgia por quien fuera portero seleccionado nacional mexicano.

“Es imposible hacer olvidar a Oswaldo Sánchez, como lo dije en su momento, llenar los zapatos de Oswaldo es imposible, no vengo a eso. Él es Oswaldo Sánchez, yo soy Marchesín”, aclara.

Como el relevo inmediato del hoy comentarista de televisión, al sudamericano no le pesa el tener que defender la portería santista: “Voy a tratar de suplantarlo de la mejor manera, porque es un arquero que le ha dado muchísimo a la institución, al futbol mexicano. Es imposible que la gente lo olvide, pero tampoco voy a pretender hacerlo, es un colega, es un grande y es importante como portero ver su trayectoria en el futbol mexicano”, describe.

Hoy, Marchesín es un hombre de confianza para los laguneros. Durante la Liguilla ha mantenido invicto su marco en los últimos tres partidos de los Guerreros. Labor suficiente para que los delanteros tengan la tranquilidad de finiquitar los partidos con mayor calma, en vez de tener que pelear con la adversidad.

En temporada de debut en el balompié tricolor, ya puede presumir ser finalista.

“Estoy muy contento por el logro deportivo que ha tenido esta institución y ojalá que lo podamos seguir coronando con una gran alegría, que es el título. La gente de acá se lo merece tanto”, explica.

Antes de llegar a Santos Laguna, el portero argentino pidió referencias acerca del grado de competitividad de la Liga. Encontró respuestas. Supo que para clasificar a la ‘Fiesta Grande’ se necesitan, en promedio 25 puntos. Una vez ahí, como dice el trillado dicho, cualquiera puede ser campeón.

“El primer objetivo, que era básico, es llegar a la Liguilla, pero en la medida en que fuimos logrando avanzar de pase, fuimos replanteándonos las metas y creo que se comienza a hacer un trabajo, estamos contentos”, presume.

Siente que para la serie ante Querétaro, no hay favoritos. “Si se mira la tabla, se nota que había cuatro puntos de diferencia con el puntero, el futbol mexicano es muy parejo, difícil. Como digo, hay muy poca distancia entre. clubes, el primero y el octavo. Hicimos méritos para estar aquí en la final”, expone el cancerbero.

Marchesín se concentra en lo que puede ser la conquista de la quinta corona para los Guerreros en Primera División.

“Vienen dos partidos [de la final] que van a ser muy importantes para nosotros, para la institución [santista], que significará mucho para la gente [de Torreón], si logramos ganar”, dice el argentino sin hacerle caso a la sombra del guardameta Oswaldo Sánchez.

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