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El pasado jueves, la decisión de Donald Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París para el Cambio Climático, reafirma que es necesario tener un compromiso mayor con el ambiente. El tratado busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera y desde 2015, fue ratificado por casi 200 naciones entre las que se encuentra China, el país más contaminante del mundo.
Esta problemática le compete a la moda ya que es la segunda industria más dañina tan sólo después de la petrolera. Lograr un balance con la naturaleza y la producción humana, nunca se vio tan urgente. Actualmente, existen alternativas que buscan cambiar esta realidad, como es el caso de la sustentabilidad. Para que un producto se considere sustentable tiene que involucrar materiales, producción y compra comprometidos con el ambiente empleando la energía justa, ya que su objetivo principal es la preservación de los recursos naturales.
‘You can feel the revolution in clothes’ (Puedes sentir la revolución a través de la moda), expresaba la ex-editora de Vogue, Diana Vreeland en el documental ‘The Eye Has to travel’. Resulta ser una frase muy acertada ya que los avances tecnológicos y mejoras en la producción han permitido crear alternativas pro-ambientales, una revolución. Tal es el caso de las prendas hechas con textiles orgánicos, re-integrados y bio textiles.
Textiles orgánicos
El proceso de elaboración de este tipo de textil tiene un mínimo impacto en el ambiente. El uso racional de los recursos naturales, energía, reciclado de agua, cultivos hidropónicos, no usar procesos químicos sino físicos o mecánicos, materiales biodegradables permiten que su uso sea ético y responsable con su entorno. Entre las fibras ecológicas más comunes se encuentran: el algodón orgánico, seda, bambú, poliéster, pulpa de madera, soya, cannabis, cashmere, lino, alpaca, maíz, coco y piña.
Textiles re-integrados
Existen muchos productos que pueden combinarse con fibras orgánicas para crear opciones duraderas y de calidad como PET con algodón orgánico, bambú, lino, entre muchos otros.
Bio textiles
Se crean por medio de un cultivo de bacterias que se logra mediante la fermentación, su innovación permite crear piezas que reaccionan con nuestro cuerpo, llegando incluso a actuar de acuerdo a la temperatura corporal para abrigarnos o permitir que nuestra piel respire.
La moda ética, una alternativa para no contaminar.
Dentro de la sustentabilidad existen diferentes posturas como la moda ética, que busca un pago justo y condiciones óptimas para los productores. La nueva ola de moda vintage permite que prendas usadas puedan arreglarse o bien, intervenirse para personalizarlas y darles una ‘nueva vida’. Reciclar también es un aspecto clave, ya que a partir de las fibras de prendas aparentemente inservibles puede crearse una nueva. Mientras que ahorrar materia prima, incluso desde el patronaje, puede crear un efecto positivo en la industria.
Cuestionar nuestra forma de consumo es el punto de partida para lograr un cambio significativo, ya que no podemos prescindir de la ropa pero podemos adquirir prendas inteligentemente. En México, existen proveedores de textiles que comparten una filosofía ética y ecológica como Novabori, Grupo Miró, Textil el Roble, entre otras. Marcas como Eilean Organic Couture, C&A y Cuidado con el Perro son ejemplo del uso de este tipo de alternativas.
El verdadero reto es no tener un guardarropa desechable sino buscar durabilidad y calidad sobre la cantidad, demostrando un compromiso no sólo con el ambiente sino con la sociedad y el planeta en general. Plataformas como Ethical Fashion Space, Fashion Revolution a través de su programa Who Made My Clothes y Fashion Green Mx buscan difundir y apoyar iniciativas a favor de este cambio.
Es importante remarcar que si no es económicamente rentable no puede ser sustentable, ya que este proceso depende tanto de productor como de consumidor: ambos tienen que ser conscientes de todo el proceso, ya que de lo contrario no tendría impacto alguno. El sistema actual necesita de un capitalismo consciente, alineado a la sustentabilidad. Una manera creativa para generar grandes cambios es invitar a las personas a involucrarse y la moda es un vehículo ideal para lograrlo. Comprometerse con un estilo de vida ético, respetuoso y, sobre todo, a replantear la manera de consumir, demostrará que pequeños acciones pueden lograr un efecto a mayor escala.