Tomar las riendas de una casa de renombre mundial supone diversos retos para un diseñador : debe ser capaz de descifrar el ADN de la marca y poder reinterpretarlo en creaciones que reflejen el presente, además de que su propuesta debe causar impacto suficiente para borrar la huella de su antecesor.
Por si fuera poco, es responsable de incrementar las ventas de la firma –un factor que determina su permanencia– y de generar tráfico en las redes sociales. Si esto ya de por sí parece una misión imposible, lo es aún más cuando el creador en cuestión proviene de un sello cuyo estilo es completamente diferente al de la marca que dirigirá. El irlandés Niall Sloan enfrenta este gran desafío como nueva cabeza de diseño de Escada, casa establecida a mediados de los setenta en Alemania. El diseñador Niall Sloan ha pasado los últimos cuatro años como director de la firma de botas para lluvia Hunter.
Anteriormente, trabajó durante una década como encargado de la línea femenina Prorsum, de la firma británica Burberry, en la que colaboró con el director artístico Christopher Bailey. Sloan ocupará su puesto en Escada a partir de agosto y se enfocará en la colección otoño-invierno 2018, aunque su primera antología completa será la de Crucero 2019, en la que pretende res catar los elementos que llevaron al éxito a esta casa alemana a finales del siglo pasado.
“El legado de Escada es divertido, audaz y femenino, con un poderoso punto de vista en el campo de ropa de lujo para mujer. Me siento afortunado de ser parte de la remodelación de su futuro”, aseguró el irlandés acerca de su fichaje, que echa a andar nuevamente el juego de las sillas en la industria de la moda, donde crecen las expectativas y se abren la apuestas.
Éxito y ocaso
En 1976 Margaretha y Wolfgang Ley establecieron una compañía que buscaba acercar la elegancia y calidad de la alta costura a un gran público. Escada se posicionó rápidamente en el gusto de las mujeres gracias al exquisito manejo del color en sus diseños , así como por sus cortes limpios y favorecedores con la silueta femenina.
A principios de los noventa se presentó la primera fragancia de la marca, seguida por el lanzamiento de una segunda línea de ropa –bajo el nombre de Escada Sport–, una colección de lentes, bolsos, artículos para el hogar, entre otros. Modelos como Linda Evangelista, Claudia Schiffer y Eva Herzigova, protagonizaron las campañas publicitarias de esta casa.
La crisis tocó a la puerta de la compañía hace unos años, lo que provocó que despidieran a 200 empleados. Actualmente, la firma se encuentra en un proceso de reestructuración, por lo que con el fichaje de Niall Sloan busca colocarla de nuevo en el panorama del lujo. Todo parece indicar que Escada se suma a la estrategia que Gucci, Chloé y Roberto Cavalli han implementado: situar al frente de su equipo a creadores cuyo nombre era desconocido para la mayoría antes de acaparar los reflectores.